Válvula de escape
Colombia lleva más tiempo del que llevo vivo siendo mandado por distintos proponentes de una misma corriente política, la cual logró ganarse a una generación a través de sus logros. Pero ahora que los hijos de la generación de dicha corriente han crecido y podido que disfrutar del mundo que los viejos políticos les dieron, llegan con nuevas ideas como siempre pasa en todas las culturas y tarde que temprano logran imponerlas en el aparato institucional y político.
Durante el último gobierno, los jóvenes colombianos entre la espada y la pared que generó la pandemia salieron a las calles para protestar en nombre de sus ideas y en busca de un cambio. Según Luis Fernando Mejía, “estimamos que el costo económico del paro nacional en el mes de mayo oscila entre $4,8 y $6,1 billones. Sin embargo, una prolongación de los bloqueos implicaría un costo económico superior al estimado”.
Como todos los paros, ese también llegó a su fin, pero dejó el precedente de que los jóvenes colombianos preferían el hambre a la repetición y querían ver a alguien que fuera de ellos y lo más pronto posible.
El movimiento de los jóvenes se unió al de otros grupos sociales, todos ellos representados en caras que les permitían ver un cambio, pero más importante, les permitía ver una oportunidad de tener poder político sin tener que imponerlo. Ahí está la importancia de nuestro nuevo presidente.
Colombia no desconoce lo que son grupos sociales marginados que, teniendo pocas oportunidades para llegar al poder, deciden tomar las armas para lograr sus objetivos políticos a como dé lugar.
Petro llegó al poder en el momento correcto, no porque este especialmente preparado para manejar la recesión económica que se avecina a nivel global o fortalecer nuestra debilitada capacidad de exportación por la pandemia.
Él es fundamental porque fue la válvula de escape de la presión social que estaba a punto de explotar.
Fuente: https://www.fedesarrollo.org.co/sites/default/files/comunicado_de_prensa_-_costo_del_paro_en_mayo.pdf