Siempre afirmo que he tenido el privilegio de vivir desde dentro la revolución de la comunicación, a la que en más de una ocasión me he referido como un universo en expansión. Y la mejor prueba es que ahora nos estamos adentrando en una nueva galaxia: la comunicación digital. Un complejo ecosistema de canales, actores, contenidos y públicos.

Y, una vez más, las consultoras de comunicación y posicionamiento estratégico tenemos que adelantarnos a las necesidades de quienes confían en nosotros. Así, a lo largo de las últimas décadas, junto a la comunicación, hemos tenido que incorporar nuevos servicios en asuntos públicos, reputación, impacto o responsabilidad social; al mismo tiempo que los departamentos de comunicación de las empresas pasaban de la periferia de los organigramas a estar en el corazón de la estrategia. La consecuencia es que la comunicación se ha vuelto progresivamente multidisciplinar, hasta convertirse en un mundo no apto para reacios al cambio, pues como lo ha definido el pensador Joan Carles Mèrich, “la tecnología fascina y la prisa se ha convertido en un imperio”.

No hay tiempo que perder. Los nativos digitales, si tomamos como referencia los nacidos a partir de 1994, ya representan la mitad de la población mundial y ese porcentaje solo puede crecer. Hoy, la marca y la reputación se construyen en las redes sociales, en las reseñas, en las experiencias de usuario, o a través de los ‘influencers’. Todo suma o resta, pero lo que está claro es que no hay compartimentos aislados: se exige inmediatez y cada uno de nuestros interlocutores demanda contenidos individualizados.

Pues bien, cómo comunicar con éxito en un ecosistema digital es la pregunta que debemos hacernos los que tenemos vocación por estar a la vanguardia de la comunicación. Solo así, con un alto nivel de autoexigencia lograremos ser competitivos y ofrecer respuestas satisfactorias a quienes recurren a nuestros servicios.

En el caso de la consultora que fundé hace más de 35 años, después de un detenido análisis de todos los factores que hoy actúan en la comunicación, la respuesta ha sido replicar ese ecosistema dentro de nuestra organización, interconectando unidades de negocio, integrando innovadoras herramientas de escucha activa o soluciones de inteligencia artificial.

Esa visión también la hemos trasladado a nuestros equipos, promoviendo un ecosistema de profesionales de todas las disciplinas creativas y digitales que trabaja de forma integrada para aumentar la capacidad de detectar, aprovechar y crear oportunidades de comunicación; pero también de superar retos o crisis, sean de la naturaleza que sean.

Como en una fusión nuclear, aspiramos a generar reacciones en cadena de creatividad y difusión, ahorrando pasos, simplificando procesos, optimizando recursos, y activando todo el talento de más de 600 profesionales en 15 países del mundo.

Estamos hablando de una metodología innovadora que nos permite activar para cada proyecto que nos confían, un equipo a medida que suma el conocimiento, la experiencia y las herramientas necesarias para desarrollar campañas, estrategias y soluciones globales adecuadas a cada mercado. Una forma de entender la comunicación digital que contribuye a aumentar la visibilidad de la marca, mejorar su reputación y construir relaciones de valor con sus diferentes grupos de interés.

Una vez más, toca reinventarse para ganar el futuro en un mundo que no sabemos cómo será dentro de pocos años. La única certeza que tenemos es que comunicar con éxito será, cada vez, más indispensable.