El polaco Zygmunt Bauman, uno de los grandes sociólogos del siglo XXI, fallecido en el año 2017, fue el creador del término modernidad líquida, y lo vinculó a la sociedad actual. Y es que vivimos en un tiempo de cambio constante, en que, como los líquidos, todo fluye y se adapta a nuevas formas. Es una teoría que los hechos, apoyados por la innovación tecnológica, demuestran cierta en todos los ámbitos, especialmente en el de la comunicación.
Las redes sociales, las ‘fake news’, la exigencia de ejemplaridad y la transparencia o la segmentación de canales y también de públicos han provocado que en muy poco tiempo la comunicación se haya convertido en paradigma de esa modernidad líquida. Y especialmente, la comunicación empresarial y de negocios.
Basta ver la agenda, funciones y competencias de cualquier dircom para comprobarlo. Efectivamente, como si la comunicación fuera un líquido, han ido extendiéndose las áreas en las que es imprescindible la participación del responsable de comunicación para que toda institución, pública o privada, tenga sus mensajes alineados, con independencia de los grupos de interés a los que se dirijan.
Una realidad llena de retos, en la que tan importante es identificarlos correctamente como diseñar estrategias para afrontarlos con pleno éxito. Eso es lo que hacemos en Atrevia desde hace más de tres décadas. Porque una consultora no puede tener una actitud pasiva: debe adelantarse a las necesidades del mercado y de sus públicos y ser motor del cambio de aquellas organizaciones y compañías que confían en ella y en su asesoramiento.
Actuar así es tremendamente importante en todos los sectores, pero aún más en comunicación, donde abrir camino y ser pionero no es una opción, es una auténtica obligación.
En esa sociedad líquida en la que nos desenvolvemos no basta con investigar e innovar. También se debe debatir, compartir experiencias, comparar estrategias y generar conocimiento. Esta forma de trabajar, que siempre me ha ofrecido buenos resultados y en la que sigo confiando, es la que ha inspirado la organización del II Congreso Iberoamericano: La comunicación hoy. Un evento que se celebrará el próximo 26 de septiembre en la ciudad de Barcelona, centrado en los desafíos y tendencias que marcarán el sector durante los próximos meses.
Tras la cita del año 2018, que reunió a más de 35 ponentes y a 400 asistentes, en esta ocasión hemos vuelto a realizar un esfuerzo por concentrar en una sola jornada los asuntos que van a ocupar la mayor parte del tiempo de los responsables de la comunicación durante este curso, y que hemos divido en tres bloques: Talento y motivación, Conexión con el cliente, e Influencia y creación de opinión.
Creo sinceramente que en cómo abordar esos tres grandes retos está la clave del éxito. Hablamos de la necesidad de apostar por el talento y la cultura como palanca de transformación interna de las organizaciones; de crear marcas que conecten con nuevos públicos, como la Generación Z y que apliquen un nuevo concepto de responsabilidad social, o de saber gestionar la influencia a través de los nuevos generadores de opinión e identificando los centros de decisión.
Estos son solo algunos ejemplos de lo mucho que la comunicación tiene que aportar a las organizaciones. Para comprender su alcance, hemos reunido a grandes profesionales del sector. Entre todos, repasaremos esa visión plural, cambiante y en expansión de la comunicación hoy, un elemento protagonista de esa sociedad líquida propia de la modernidad.