Para 2050 se calcula que la población mundial llegará a ser 10.000 millones de personas y necesitaremos producir 70% más de la comida que producimos hoy. Esto se da no solo por el incremento en el número de personas, la migración de las personas a las ciudades implicará que habrá 2.400 millones de personas más en zonas urbanas, lo que hace que el consumo incremente. Esto será un gran reto si consideramos la situación actual donde 800 millones de personas sufren de hambre y la agricultura se ha disminuido a solo 3% del PIB global. En el caso de Colombia, la contribución del sector agrícola al PIB ha disminuido a ser una tercera parte en los últimos 30 años, pasando de 18% en 1990 a 6% en 2017.
La pregunta que nos debemos hacer es ¿cómo producir lo que se necesita? Sin duda para países como Colombia, privilegiados en clima y recursos, la respuesta de mejorar la agricultura, su productividad y ver que es una gran oportunidad es obvia. Sin embargo, debemos incluir algunas variables adicionales a la ecuación: el cambio climático, el abastecimiento y manejo del agua, la deforestación, la degradación de tierra cultivable, la falta de tecnificación, entre otros. Pero con semejante tamaño de problema que tenemos que resolver todos debemos que aportar, incluyendo los países donde es más difícil producir alimentos. Por eso no es sorprendente lo que vemos hoy: cultivos espectaculares de tomates en Islandia, o grandes sembrados de frutas y verduras en los desiertos de Israel y los Emiratos Árabes.
¿Qué es entonces la Agricultura 4.0?, ¿qué tecnologías existen hoy con las que podamos avanzar?
La primera ola tecnológica en la agricultura incluyó mejoramiento de la irrigación, el uso de pesticidas y fertilizantes y el desarrollo de nuevas variedades de semillas y cultivos. Hoy, sin embargo, se necesita incrementar la producción reinventando los métodos que funcionaron en el pasado para lograr una agricultura eficiente, verde y que funcione aún con las amenazas del entorno, como es el cambio climático. Esto incluye nuevas técnicas de producción como hidropónicos, fincas y cultivos verticales con continuo mejoramiento genético. Hace parte de lo que llamamos Agricultura 4.0.
Esta, la Agricultura 4.0 incluye también la utilización de un conjunto de tecnologías digitales para mejorar la productividad y eficiencia: sensores e Internet de las Cosas (IoT), Big Data, Inteligencia Artificial y machine learning y prácticas digitales de colaboración, movilidad e innovación abierta en ecosistemas, así como tecnologías industriales como drones e impresión 3D. Es la transformación de la cadena productiva: granjas y fincas conectadas, nuevos equipos de producción, tractores y máquinas conectadas que permiten incrementar la productividad, calidad y mejorar el cuidado de los suelos y el entorno. Información de muchas fuentes, que analizada en conjunto permite prevenir riesgos y quitar la incertidumbre sobre el clima, los sistemas de irrigación, la maquinaria, las semillas y los suelos.
Existe hoy un ecosistema de compañías que están innovando en estos campos, las Agtechs que debemos monitorear. Algunas internacionales como Plenty, Bright Farms, mOasis, RipeIO y en nuestra región, Cultivando Futuro en Colombia, S4 en Argentina, o Spacedat, Rastros, Drone.UY.
La tecnología está cambiando la manera en que trabajamos en todos los sectores y para el sector de la agricultura, no será solo un cambio para lograr productividad, sino un cambio necesario para producir lo que necesitamos en el mundo para subsistir. Colombia tiene una gran oportunidad de ser un importante actor en este reto. Pero para hacerlo, necesitamos no solo buen clima y recursos. Debemos comenzar por tener buen acceso a internet en el campo, no solo cobertura básica, y tener mejores vías en las zonas rurales para transitar. Y luego necesitamos adoptar tecnologías que nos lleven al estadio de ser un país con Agricultura 4.0.