Analistas 17/07/2025

¿Por qué los abogados que no usan IA podrían quedarse atrás?

Oscar A. Díaz del Castillo B.
AI Business Development Estrategia Digital Inteligencia Artificial Aplicada

Un estudio reciente de la American Bar Association mostró que el uso de inteligencia artificial, IA, por parte de abogados pasó de 11% a 30% en apenas un año. Esta transformación ya no es una posibilidad futura: está ocurriendo ahora. Firmas en Estados Unidos y Europa están automatizando procesos legales y usando asistentes virtuales entrenados en lenguaje jurídico. En Colombia, sin embargo, menos de 20% de las firmas ha adoptado la IA de forma estructurada.

Los abogados que trabajan con IA han logrado ahorrar entre un 30% y 50% del tiempo en tareas repetitivas como redacción de contratos, análisis de jurisprudencia o elaboración de memorandos. Además del tiempo, muchas firmas internacionales han reducido hasta un 25% sus costos operativos. Algunas entidades financieras globales reportan ahorros millonarios gracias al uso de IA para revisar contratos y cumplir con normativas. Estos beneficios no se limitan a las grandes firmas: también abogados independientes pueden aprovecharlos si cuentan con formación adecuada.

Aquí, muchos abogados aún dedican horas a tareas que podrían ser más eficientes. Redactar conceptos desde cero, revisar documentos extensos o replicar cláusulas comunes son procesos que hoy pueden apoyarse con IA. Un abogado que suele invertir cuatro horas en un contrato puede generar un borrador funcional en menos de 30 minutos con un buen prompt. Esa diferencia, multiplicada semana tras semana, representa una ventaja competitiva real y creciente en el mercado jurídico.

Pero más allá de la tecnología, el verdadero obstáculo es la falta de formación. Muchos profesionales del derecho temen errores o comprometer la confidencialidad del cliente. Otros no saben cómo comenzar. Los resultados, además, pueden ser genéricos o imprecisos si no se sabe hacer buenas preguntas ni se domina la llamada ingeniería de prompts, el conjunto de técnicas para dar instrucciones claras y efectivas a modelos como ChatGPT. La capacidad de guiar correctamente a la IA se convierte en una nueva competencia profesional clave.

Y este no es solo un desafío para abogados mayores. Aunque más familiarizados con la tecnología, muchos estudiantes y recién egresados tampoco saben usar IA con criterio jurídico. La brecha ya no es generacional, sino estratégica: entre quienes aprenden a integrar esta herramienta con responsabilidad y quienes no. El acceso a herramientas como ChatGPT es masivo, pero la diferencia está en cómo se usan y en el juicio con el que se aplican en contextos legales complejos.

Eso es precisamente lo que buscamos resolver con el programa “IA para Abogados”. A través de sesiones de entrenamiento y ejercicios aplicados, los participantes aprenden a usar ChatGPT como un verdadero asistente legal. Desde cómo redactar un prompt sólido hasta cómo diseñar un copiloto privado que resuma audiencias, analice cláusulas y compare documentos jurídicos, todo está pensado para aplicarse en la práctica cotidiana de firmas y profesionales del derecho.

Los clientes hoy valoran eficiencia, rapidez y calidad. Y quienes sepan integrar la IA con responsabilidad tendrán una ventaja concreta. No porque trabajen más, sino porque trabajan mejor. En el futuro cercano, los abogados que dominen estas herramientas serán los que lideren negociaciones, generen valor y eleven los estándares de la profesión.

La profesión jurídica no va a desaparecer con la IA, pero sí va a cambiar. Quienes se preparen, quienes se atrevan a aprender y liderar, tendrán una ventaja que no es solo tecnológica: es estratégica. Adoptar la IA no es una amenaza: es una oportunidad para que el talento jurídico se enfoque donde más valor aporta-en la estrategia, el criterio, la negociación y el liderazgo.

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