Después de algunos años de estar haciendo presencia en los diversos municipios del país, motivado por el servicio educativo superior, soy consciente que en Colombia tenemos todavía mucho por hacer para mejorar nuestro quehacer educativo en los territorios, en todos los niveles. La vocación, la misión y la identidad de las diversas Instituciones de Educación Superior (IES), es justamente estar al servicio educativo en todo el país. Estar presentes en los lugares en los que no es fácil llegar por diversas razones, pretender tener una oferta para las personas y comunidades más marginadas y vulnerables, estar disponibles para ofrecerles una oferta educativa pertinente, adaptada a sus necesidades, sueños y puntos de dolor, a lo largo de su vida, con una diversidad amplia de opciones y formatos de formación, tanto en presencial, distancia como híbrido o virtual, es la razón de ser de la educación superior a través de todas las IES del país.

Diseñar una oferta flexible, personalizable, que toma en consideración las necesidades de desarrollo estructural de los territorios, en diálogo con los actores locales, así como los intereses y preferencias de las personas, reconociendo sus trayectorias de vida, sus aprendizajes previos, es lo que vale la pena hacer en cada campus universitario de Colombia.

Podríamos preguntarnos: ¿por qué esto es significativo? Pero primero, abordemos la pregunta: ¿qué es Colombia? En sentido figurado, ella la concibo como un jardín, compuesto por flores únicas, cada una delicada y distintivamente hermosa, formando colectivamente un collage de colores vibrantes acompañados de una fragancia mágica. Mientras me paseo por este jardín, uno se ve cautivado simultáneamente por los colores y fragancias que emanan de la singularidad de cada flor, pero desconcertado por cómo todo esto coexiste, reflexionando sobre la delicadeza de este espectáculo. Así es como veo la Colombia que amo, con su variedad de diferentes departamentos, pueblos, culturas, historias y artes.

La pregunta fundamental es: ¿qué es el adhesivo, el pegamento, que une a todos estos territorios y pueblos aparentemente dispares como parte de una familia colombiana? En este punto, es importante recordar la función crucial que desempeña la educación para construir el camino hacia una unidad de valores y principios al reunir a todos los territorios y educarlos sobre los valores colombianos: democracia, paz, desarrollo sostenible, justicia, equidad, solidaridad y ética. Lo más relevante en este momento de la historia de la educación superior en Colombia pasa por la cooperación y la consolidación de las alianzas. Estas son herramientas transformadoras, cruciales para lograr los objetivos estratégicos que conducen a una vida mejor y de mayor calidad para todos en este “jardín Colombia”.

El objetivo será desarrollar una estrategia para la extensión de un servicio educativo de pertinencia y calidad con la participación de todas las IES. Un objetivo que se completa con la promoción de los valores y la identidad colombianos, los métodos de enseñanza innovadores a través del intercambio de las mejores prácticas y un enfoque interdisciplinario; la promoción del multilingüismo y la asociación con la sociedad para abordar los principales desafíos de nuestro tiempo.

Las alianzas actúan como catalizadores en el desarrollo del aspecto geopolítico de nuestro país al conectar a estudiantes, profesores, sociedad civil y empresarios (públicos y privados) haciendo posible un ambiente de sentido de pertenencia y unidad para la entidad única que es Colombia.