Los estudiantes quieren más
Tras dos años de pandemia, muchos expertos en la educación superior hacen balances del impacto sobre un posible modelo de enseñanza-aprendizaje renovado, y de los grandes retos que el sector vive, pero ante todo es una gran oportunidad para reconocer las voces de los estudiantes en su deseo o querer frente a las nuevas propuestas de cambio de las Instituciones de Educación Superior (IES). ¿Qué piensan los estudiantes de hoy sobre la universidad del futuro? ¿Cuáles son sus ideales o sueños, y sus miedos al pensar en los posibles escenarios para la educación superior en los años por venir? Para expertos y estudiantes, el “agotamiento” del modelo educativo actual es algo que interpela nuevas formas de configurar la gestión del asunto educativo. Con el tiempo, los estudiantes toman mayor conciencia de lo que implica una opción educativa en términos de costo-beneficio, es decir, el valor agregado que genera un proceso de formación y su desarrollo en el contexto laboral; más, cuando ya no bastan unos cuantos años para cumplir el ciclo, sino que este se extiende a lo largo de la vida. A eso se le suman, las dinámicas del mundo digital, que se vienen incorporando aceleradamente a los procesos pedagógicos y didácticos, imprimiendo mayor flexibilidad, que se traduce, por ejemplo, en modelos híbridos de prestación del servicio en el sistema educativo. Vale la pena precisar, que esto último, también incluye a la presencialidad, la cual potencializa la interactuación, permite el diálogo directo con los profesores -mentores y mediadores del proceso educativo -, promueve el pensamiento crítico y la comunicación dialógica para aprender a trabajar en equipo, con empatía y ética.
La pregunta por el futuro de la educación superior y lo que esperan los estudiantes ha sido abordada en el marco de la preparación de la Conferencia Mundial de la Educación Superior, motivada por la Unesco. En particular, el Instituto Internacional para Educación Superior en América Latina y el Caribe (Iesalc) ha desarrollado un estudio, a partir de una encuesta dirigida a muchas voces en todo el mundo, para indagar sobre el futuro plural de la educación superior (Cfr. Unesco, Iesalc, Pensar más allá de los límites Perspectivas sobre los futuros de la educación superior hasta 2050, 25 de mayo de 2021).
En este contexto, se develan muchos cambios que van desde los actores o sujetos del proceso de aprendizaje y enseñanza hasta los modelos o paradigmas propuestos para el desarrollo educativo, pasando por el uso y apropiación de las tecnologías en el sistema que permite la verdadera oportunidad de la inclusión y movilidad dando paso a la equidad educativa. De igual manera, la misión de los profesores y muchas otras realidades de cambio que transforman la experiencia del estudiante desde escenarios reales que complementan el campus como oportunidad de interacción humana y expresión física, atendiendo las realidades, aprendiendo a leerlas y a encontrar los caminos de solución. Se trata de una nueva manera de construir el conocimiento apalancado en la interacción colaborativa y cooperativa entre actores del asunto educativo (estudiantes y profesores); esto exige el replanteamiento del rol del profesor que pasa de ser no solo un ‘experto’ a ser mediator, motivador y facilitador del hacer educativo.
En este futuro, los estudiantes serán más activos sobre lo que quieren y necesitan de acuerdo con sus contextos y realidades. Serán co-creadores de su propia educación superior, lo que incluye tener la capacidad de dar forma a sus caminos de aprendizaje. La siguiente gran pregunta es, ¿Están las IES preparadas para dar atención a las maneras cómo los estudiantes ven el futuro de la educación? Pareciera que no lo están, y es allí donde debemos plantear una nueva forma de ser IES, para que sean capaces de atender lo que ellos quieren más, pero no más de lo mismo.