La educación virtual e híbrida ha experimentado un rápido avance en los últimos años, impulsado por varias innovaciones y desarrollos tecnológicos, acelerados por la virtualidad, con cada vez mayor y profunda legitimación académica, y por toda la actual revolución digital del mundo contemporáneo.
Leyendo el informe de “Educase Horizon Report, Teaching and Learning Edition”, publicado en mayo de 2023, rescata, entre las tendencias evaluadas por los expertos consultados, cómo se han ido borrando, en la práctica, los límites entre las modalidades de aprendizaje. Se asegura que las modalidades de los cursos y sus distinciones son cada vez más difusas, por lo que los profesores y el personal de gestión académica continúan lidiando con la búsqueda de definiciones claras, y ampliamente aceptadas para varias modalidades de aprendizaje: face-to-face, on-site, presencial, combinado, híbrido, HyFlex, en línea, remoto, a distancia y más.
El informe señala cómo la tecnología educativa evoluciona para satisfacer las necesidades de los estudiantes en un mundo híbrido, los conceptos mismos de la ubicación y el modo del curso que se están expandiendo. Con un enfoque de modalidad cruzada, es posible diseñar entornos de aprendizaje que involucren estudiantes de múltiples maneras, se alinean con una variedad de metas educativas y se eliminan las fronteras geográficas entre los alumnos y expertos. Aunque el servicio ofrecido en múltiples modalidades puede apoyar la equidad y objetivos de inclusión, también puede entorpecerlos. Algunos estudiantes todavía carecen de acceso confiable a hardware y software, alta velocidad de internet, y espacios físicos apropiados para el aprendizaje. Los avances en el uso de la tecnología educativa que no van acompañados de mejoras proporcionales en el acceso en infraestructura solo ampliarán la actual brecha digital.
Bajo esta tendencia de difuminación de los límites de las modalidades, se presentan dos desafíos para la enseñanza y aprendizaje. En primer lugar, es fundamental contar con un lenguaje común entre pares e instituciones, para describir las modalidades en movimiento. Es preciso entonces establecer definiciones claras y consensuadas para las diversas modalidades de aprendizaje, lo que ayudará a los profesores a diseñar sus cursos y a encontrar los tipos correctos de apoyo. A medida que los estudiantes y el profesorado saben cuáles modalidades son las más adecuadas, requerirán de un lenguaje para discutir, diseñar y elegir el curso ideal entre diferentes opciones. En segundo lugar, está la adopción de nuevas tecnologías.
Actualmente, las modalidades de instrucción ya exigen un alto nivel de acceso a la tecnología educativa que facilita la participación remota, y lo seguirán haciendo. En tanto, continuará siendo un imperativo el proporcionar a todos los estudiantes un acceso a dispositivos confiables y de alta velocidad de Internet, debido a que las nuevas modalidades requieren soluciones escalables para que los estudiantes puedan acceder a tecnología virtual de avanzada y a entornos híbridos potenciados. El futuro de la educación está en aprovechar las bondades de la virtualidad en un mundo digital bajo esquemas multimodales, híbridos, flexibles y atractivos, que combinen lo mejor de sus atributos a favor de la experiencia y logro de los aprendizajes esperados de los estudiantes, acordes con sus expectativas, intereses y necesidades, y con un rol transformado y dinámico del profesor.