Una estrategia para el desarrollo
El compromiso de las Instituciones de Educación Superior (IES) es contribuir, a través de la innovación, al desarrollo económico y social de Colombia, identificando los problemas desde las perspectivas más sencillas que rodean al ser humano y, sobre todo, a nuestro colombiano del común que, en el día a día, busca mejorar sus condiciones de vida.
La innovación, entendida como el uso eficiente de todo aquello que nos rodea, que está a nuestro alcance, le ha permitido a las IES colombianas contribuir a la solución de problemáticas individuales y colectivas que agobian a la sociedad; problemas por resolver como: poseer una vivienda digna, generar ingresos suficientes para las familias, acceder a educación de calidad en todos los niveles, lograr que los niños tengan alimentación básica, conservar el medio ambiente y garantizar el agua potable, usar y desarrollar tecnologías orgánicas en los procesos industriales y agrícolas, construir entornos de paz a partir de la solución pacífica y no violenta de los conflictos, contribuir en la formación de buenos ciudadanos y en la creación de empresas socialmente responsables, utilizar los medios de comunicación para el desarrollo de los seres humanos y de los pueblos, entre otros tantos temas, se convierten, para las IES en oportunidades para hacer investigación, apropiar socialmente el conocimiento, e innovar.
A partir de problemas como los anteriormente mencionados, surgen iniciativas que adelantan procesos investigativos, los cuales permiten pensar en creativas y eficientes respuestas, construidas desde los centros y escuelas de Innovación, Desarrollo e Investigación (I+D+I ), en: Paz y Desarrollo, Estudios e Investigaciones Humanas y Sociales , Educación para el Desarrollo, Alta Docencia, Vivienda Social, Economía Solidaria, Microfinanzas y Desarrollo, Medios para el Desarrollo, y Universidad-Empresa, entre otros. Por medio de estos centros y escuelas, inicialmente, se involucran los sectores productivos para fomentar en ellos la responsabilidad social y, posteriormente, propiciar escenarios de diálogo para la innovación y de contribución financiera.
En estos escenarios, el modelo de innovación debe salirse de los esquemas tradicionales; la pregunta sería, ¿cómo la investigación se articula con las necesidades de los sectores productivos?. Sin embargo, le damos mayor relevancia al cómo, mediante la investigación, los sectores productivos se comprometen con el desarrollo de las personas y de los pueblos. Se trata, entonces, de buscar alternativas que mejoren la calidad de vida de las comunidades vulnerables al tiempo que se mejora la productividad y la competitividad de las empresas; es decir, lograr desarrollo basado en la superación de la pobreza por medio de la generación de riqueza; todo ello implica un esfuerzo en innovación, y una optimización efectiva de nuestros recursos para la producción de bienes y servicios con alto valor agregado que aseguren la solución o satisfacción de problemas o necesidades concretas en el país.
De allí que el llamado para las IES sea el de la innovación, pero a una innovación con un profundo sentido social, que permita innovar en la docencia, en la investigación, en la extensión, como parte de su misión. El compromiso debe ser aportar, a través de la innovación, al desarrollo económico y social de Colombia. Sólo cuando la investigación se convierta en una “bisagra” permanente para las IES del país, metafóricamente hablando, en una articuladora de las otras funciones sustantivas, y al mismo tiempo, con la realidad, con el contexto, considerando los sectores productivos y sociales, estaremos logrando una verdadera innovación para el desarrollo de país, he ahí el reto.