La importancia de la inversión a largo plazo
Con colaboración de Diego Fernando Agudelo López.
Han trascurrido cerca de tres meses en medio de turbulencias que por el momento no merman. Parece como si hubiera sido ayer cuando las bolsas mundiales iniciaron su derrumbe y en pocos días alcanzaron en promedio una variación de -35% desde máximos históricos y de repente, a partir del 23 de marzo, inició un rebote tan fuerte como una estampida que arrasa con cualquier cosa que tenga en frente.
Estos cambios tan bruscos y repentinos de los activos financieros son prácticamente impredecibles. Saber el momento exacto de cuando un activo alcanza su punto más bajo o su punto más alto es casi tan difícil como saber exactamente cuándo ocurrirá un temblor. Y aunque fijarse en los vaivenes de los mercados de forma constante puede ofrecer pistas a los inversores, también logra que se pierda la perspectiva.
En otras palabras, los inversionistas no deberían centrarse en las fluctuaciones a corto plazo pues no tienen control sobre ellas y son casi imposibles de predecir. En cambio, los inversionistas si tienen control sobre sus decisiones y su portafolio de inversión, los cuales se deben mirar con una perspectiva a largo plazo.
En la historia se han logrado observar diferentes casos que confirman lo expuesto anteriormente. Entre 1977 y 1990, el famoso inversor Peter Lynch fue el gerente del Fondo Magellan de Fidelity, el cual ha sido catalogado como uno de los mejores fondos de la historia pues durante dicho periodo el rendimiento anualizado del fondo fue de 29,2%, un poco más del doble de rendimiento logrado por el índice S&P500 y debido a su éxito bajo la gestión de Lynch se convirtió en el fondo mutuo más grande de EE.UU. en aquella época.
Para poner en contexto este rendimiento, si desde el inicio de la gestión de Lynch se hubieran invertido US$10.000, 13 años después el inversor hubiera obtenido US$280.000. Lo más llamativo de esta historia no son los retornos logrados sino algo que suena imposible de creer: según un estudio realizado por la gestora Fidelity, el inversionista promedio del fondo Magellan durante este periodo no obtuvo este rendimiento ni de cerca, de hecho, obtuvieron perdidas.
De acuerdo con Fidelity, esto se debe a que los inversionistas retiraban sus fondos durante periodos de malos rendimientos y volvían a invertir después de periodos de buenos rendimientos.
Por lo tanto, sus decisiones estaban soportadas en emociones y juicios del momento que los llevaron a perder la perspectiva. Los inversores buscaban atrapar los rendimientos y encontrar ese punto más alto y más bajo, algo conocido como “timing”. En palabras de Lynch, los inversionistas han perdido más dinero preparándose para las correcciones o intentando anticiparlas que lo que se ha perdido en las mismas correcciones.
Estas historias nos invitan a reflexionar y pensar que es más importante la disciplina e intentar no perder la perspectiva, más aún con el entorno que nos enfrentamos, lleno de alta incertidumbre y en camino a ver los peores datos económicos en décadas pues en el segundo trimestre del año fue donde se concentraron gran parte de las cuarentenas alrededor del mundo.
Entonces, ¿Cómo invertir en tiempos de pandemia?
En primer lugar, uno de los factores más importantes en el éxito de la inversión a largo plazo es la preservación de capital. La mejor forma de lograrlo es mediante la diversificación y ver el portafolio como un conjunto. Una mezcla adecuada de activos de renta fija, renta variable y alternativos permite que las perdidas sean menores ante momentos de alta volatilidad o caídas inesperadas como la ocasionada por la crisis que actualmente vivimos.
Entre menores sean las perdidas, más fácil y pronta será recuperación.
En segundo lugar, mantenerse invertido y no hacer ajustes extremos como comprar y vender todo en un momento determinado. Simplemente hacer ajustes y rebalanceos entre los vaivenes del mercado en busca de oportunidades teniendo presente los perfiles de riesgo y los objetivos de inversión planteados. Estos ajustes permiten tener efectivo en los portafolios, algo clave para tomar ventaja en eventos de desvalorizaciones.
En tercer lugar, las crisis traen oportunidades y se deben aprovechar pensando en lograr mejores retornos en los próximos años, no en el corto plazo. Las caídas ofrecen mejores precios de entrada para los inversionistas, pero de forma selectiva, ante el escenario actual se debe preferir tener activos de calidad y empresas con balances sólidos que puedan soportar tiempos de crisis.
Adicionalmente, evitar asumir riesgos excesivos porque probablemente aún se verán varias quiebras en el camino, en especial en los sectores mas perjudicados por la pandemia como lo son todo lo relacionado con turismo, ocio, viajes, entretenimiento, ventas minoristas físicas y energía.
Finalmente, la renta fija también ofrece algunas oportunidades como pueden ser los bonos de grado de inversión, en especial aquellos que hacen parte de los programas de compra de activos de los bancos centrales. Así mismo, los bonos de alto rendimiento en EE.UU. o incluso bonos de mercados emergentes ofrecen un retorno entre 7% y 6% por encima del tesoro americano, respectivamente.
Estos retornos claramente son un reflejo de una mayor prima de riesgo, en otras palabras, los activos financieros ofrecen un mayor retorno por asumir riesgo, allí la importancia de ser selectivo. No obstante, pueden ser rendimientos atractivos pensando en los próximos años.