Analistas 30/11/2019

La recta final

Pascal Rohner
Director de Inversiones de In On Capital

*Con colaboración de Diego Fernando Agudelo López

No hay duda alguna, los mercados financieros son erráticos, en solo un año se ha pasado del miedo y el pesimismo al extremo totalmente opuesto. Incluso, entrando a la recta final de 2019, hay una gran sonrisa en los inversionistas pues ha sido un excelente año para los activos en general, algunos de ellos muestran hasta valorizaciones de doble dígito en lo corrido del año.

Uno de ellos son las acciones e inesperadamente -debido al conflicto comercial-, los índices que siguen los mercados de Estados Unidos y China son los que presentan mejor comportamiento. El índice S&P500 que agrupa las 500 empresas más grandes por capitalización bursátil en EE.UU. continúa marcando nuevos máximos históricos y alcanza una valorización incluyendo dividendos de casi 28%. Por su parte, el índice CSI 300 que representa las 300 empresas más grandes que cotizan en China, acumula un rendimiento cercano de 30% en dólares, incluyendo dividendos.

Existe un viejo adagio que dice: “la bolsa no es la economía” y aunque es cierto, ya que la bolsa depende más de los resultados financieros de las empresas y sus perspectivas, no se puede desconocer que se relacionan y la economía global ha mostrado signos de mejoría.

De hecho, en la encuesta mensual más reciente liderada por Bank Of America Merrill Lynch, en la que se les pregunta a diferentes gestores de portafolio que agrupados administran más de US$500.000 millones, se observó que el optimismo frente al crecimiento global para los próximos 12 meses tuvo su aumento más fuerte en 20 años, alcanzando un máximo de 18 meses. Y por primera vez en el año, los gestores de portafolio prefieren compañías que piensen incrementar sus gastos de capital en vez de aquellas que buscan sanear sus balances reduciendo deuda.

Este fuerte cambio iría en línea con un esperado repunte en los próximos meses en los indicadores líderes conocidos como encuestas PMI, las cuales se realizan a empresarios tanto del sector manufacturero como del sector servicios y se les preguntan sobre las condiciones actuales y perspectivas en cinco aspectos en sus negocios: nuevas órdenes, niveles de inventarios, producción, envíos y empleo.

Lo que nos mostraron las encuestas preliminares la semana pasada es que en la eurozona el sector manufacturero se contrajo a un menor ritmo en noviembre, alcanzando un máximo de tres meses de 46,6, aunque aún lejos del nivel de 50, el cual divide la zona de contracción y expansión económica. Por su parte, el sector servicios sí se debilitó hasta 51,5, pero se mantiene en expansión. En Estados Unidos, tanto el sector manufacturero como el de servicios superaron las expectativas, 52,2 y 51,6 frente a 51,5 y 51, respectivamente. Este rebote en los indicadores inyectó positivismo a los mercados.

Adicionalmente, la economía estadounidense continúa mostrando fortaleza en un año lleno de turbulencias y tensiones. Durante la semana se conoció que la segunda estimación -de tres que se realizan- del crecimiento del Producto Interno Bruto correspondiente al tercer trimestre de 2019 fue revisada al alza en 0,2%, alcanzando un crecimiento anualizado en el periodo julio-septiembre de 2,1%.

Todo parece indicar que la desaceleración estimada por el consenso de analistas para la primera economía del mundo será menos pronunciada. Así mismo, las ventas de viviendas nuevas a octubre, las cuales son contratos firmados de nuevas casas, han aumentado 31,6% en los últimos 12 meses. Todos estos indicadores podrían señalar que una reaceleración del crecimiento económico no se debe descartar y no solo de EE.UU., sino del mundo en general gracias a dos factores principales: la disposición de EE.UU. y China para llegar a un acuerdo comercial y el estímulo monetario generado por los bancos centrales.

Respecto al primer punto, en las últimas semanas se ha señalado que Estados Unidos y China se encuentran cada vez más cerca de firmar un acuerdo parcial conocido como “fase 1” que podría concretarse en diciembre o enero contribuyendo al positivismo de los inversionistas, pues de efectuarse la crisis de confianza e incertidumbre podría estar parcialmente superada.

Y en el segundo frente, se debe tener presente que, durante el tercer trimestre de 2019, el 58% de los bancos centrales a nivel global recortaron sus tasas de interés, la mayor proporción desde la gran crisis financiera de 2008. Todo parece indicar que el estímulo monetario está funcionando.

Ahora surge la gran pregunta para finalizar el año 2019, ¿qué se debe tener presente para la recta final? En primer lugar, aunque el mercado ha descontado prácticamente que el acuerdo comercial “fase 1” es un hecho, se debe materializar, sin olvidar que las fricciones entre estas dos potencias continuarán para las demás fases del acuerdo.

Segundo, la Reserva Federal dejó consignado en las minutas de su última reunión que se encuentran a gusto con el nivel de tasas de interés actual y que para realizar un movimiento adicional se tendría que dar un fuerte cambio en los datos económicos actuales. Lo más probable es que en la reunión del 11 de diciembre se mantengan inalteradas las tasas de interés, pero cualquier cambio en el discurso, se robará la atención de los inversores.

Y por último, los resultados empresariales del último trimestre de 2019 son muy importantes pues se estima de nuevo una contracción de las utilidades de las empresas de -1,1% frente al mismo periodo de 2018. La antesala a este evento será el conocido “viernes negro” dónde varias cadenas minoristas en EE.UU. realizan entre el 30% y 40% de las ventas anuales. Se esperan ventas récord de US$731.000 millones. Todo parece indicar que para finalizar el año con broche de oro sólo faltaría el rally de navidad.

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