Analistas 07/09/2013

Apple vs. Microsoft: una historia de titanes tecnológicos

No soy experto en la industria tecnológica, así que he estado ocupado poniéndome al día sobre lo que implica la renuncia de Steven A. Ballmer como director ejecutivo de Microsoft. Y lo que estoy por decir podría sonar obvio para muchos. No obstante, pienso que vale la pena decirlo: visto más allá de lo evidente, existe una notable simetría entre la estrategia de Microsoft en su apogeo y la estrategia actual de Apple.

La historia de Microsoft es familiar. En la década de 1980, Microsoft y Apple tenían sistemas operativos para vender; el de Apple claramente era mejor.
Pero Apple entendió mal la naturaleza del mercado. Dijo “Tenemos un sistema mejor, así que lo vamos a poner disponible sólo en nuestras propias máquinas y cobraremos precios más altos”.
Mientras tanto, Microsoft vendió licencias de sus sistemas a mucha gente que hacía máquinas baratas; y estableció una posición de mando a través de externalidades de red. La gente usaba Windows porque otra gente usaba Windows; había más programas disponibles, los departamentos tecnológicos corporativos estaban mejor preparados para proveer apoyo, etc.
Este dominio persiste hasta la actualidad: escribo esto desde una computadora portátil con sistema operativo Windows 7, y ni siquiera consideraría comprarme una computadora portátil Apple, debido principalmente a que la gente maravillosa del departamento de tecnología de la Escuela Woodrow Wilson, en Princeton, que me ha salvado la vida varias veces, no está preparada para manejar productos Apple.
Pero Microsoft se perdió el barco en lo referente a equipos móviles, mientras que Apple se adelantó temporalmente en la curva. Digo “temporalmente” porque hasta donde puedo decir los productos Apple ya no tienen una ventaja drástica en calidad. Solía tener un iPhone (que, lamento decir, no sobrevivió a una zambullida) y ahora tengo un Samsung, y las diferencias no parecen enormes. Tengo un iPad 2, que compré por su calidad de imagen, pero cuando decidí que también quería una tableta chica que pudiera cargar en el bolsillo de mi chaqueta, resultó que el iPad Mini no era significativamente mejor que varios competidores de Android y, de hecho, para mis propósitos, de cierta forma era peor (después ahondaré más sobre el tema).
Ahora, al contrario de Microsoft, Apple no está vendiendo un producto inferior. Pero está vendiendo productos más caros que son ligeramente mejores, si acaso, que los de la competencia. ¿Cómo puede ser eso? Otra vez, externalidades de red: principalmente su reserva mucho más grande de aplicaciones, o al menos así me dicen (de hecho no uso muchas).
Entonces, ¿cómo pinta el panorama del reinado de Apple en comparación con el de Microsoft? No olvidemos que Microsoft de hecho es una increíble historia de éxito; durante décadas mantuvo su cerrojo sobre las PC, y de hecho aún lo conserva, sólo que el mercado está cambiando. Mi impresión casual es que el cerrojo de Apple no es ni remotamente tan seguro, debido en parte a que se basa en la fidelidad de clientes individuales, en contraste con Microsoft, que principalmente dependió de la fidelidad de gerentes corporativos de tecnología de la información, que inherentemente son más conservadores.
Mi problema con Apple: en general, la cosa con esta compañía es que refleja el espíritu de Steve Jobs, quien sabía lo que era bueno para usted, y no dejó ninguna otra forma de hacer las cosas.
Y si usted es un usuario atípico, termina poniendo mucho esfuerzo luchando con el sistema operativo de Apple, el iOS, para hacer cosas simples.
Ejemplo: realmente me gusta ver presentaciones en vivo en YouTube, y quiero tener acceso a las mejores cuando no puedo entrar a Internet de banda ancha. Así que las descargo a mi PC como MP4 (hay muchos “add-ons” para hacerlo).
Pero también las quiero en mi tableta. Para hacerlo en el sistema iOS, primero hay que importarlos a iTunes en una computadora, después sincronizar los equipos; no es mucha molestia, pero siguen siendo un par de pasos molestos adicionales. El gran problema, empero, viene cuando quiero organizar los videos: ¿Cómo le digo a iTunes que, digamos, mis 10 presentaciones favoritas de Arcade Fire son un conjunto relacionado?
Bueno, la única forma que he encontrado es convencer a iTunes que son episodios de un programa de TV inexistente. Es factible, pero estúpido.
Mientras que en mi Nexus 7 simplemente los copio en una carpeta que se llama “Arcade Fire” y listo.