Analistas 30/07/2012

El dilema de España

El 20 de julio los ministros de Finanzas de las 17 naciones que usan el euro aprobaron oficialmente los términos de un rescate para el sector bancario de España, que sigue luchando luego del colapso del mercado de bienes raíces del país.

El acuerdo estipula que la Unión Europea (UE) proveerá hasta 100,000 millones de euros a los bancos españoles conforme se necesiten, y estos préstamos de rescate fluirán directamente a los bancos para no cargar al gobierno con más deuda. Para mejorar los estados financieros de los bancos, los así llamados “activos tóxicos”, que totalizan aproximadamente 200,000 millones de euros, serán transferidos a una Agencia de Manejo de Activos - que, según un análisis de Daniel Woolls, de Associated Press, esencialmente es un ‘banco malo’” - para venderse después.

Aunque algunos formuladores de política elogiaron el acuerdo calificándolo de un paso en la dirección correcta para España, los mercados globales no respondieron positivamente, y el euro cayó a su nivel más bajo desde hace más de dos años. Muchos economistas han sugerido que esto refleja crecientes preocupacionesen el sentido de que el gobierno de España necesitará su propio rescate, especialmente después de que las autoridades de la fuertemente endeudada provincia de Valencia anunciara este mes que buscaría ayuda financiera de Madrid.

“El gran farol de la eurozona siempre se las ha ingeniado para hacer que el balón siga rodando, pero ya no es una estrategia viable”, dijo Marc Ostwald, estratega de Monument Securities, radicada en Londres, a un reportero de Bloomberg. “Estamos llegando al momento de la verdad”, indicó.

España está enfrentando su segunda recesión en tres años. Y mientras que las tasas de interés en países en problemas como España e Italia están alcanzando niveles históricos, los rendimientos han llegado a valores negativos en naciones como Dinamarca y Alemania. “Cuando los inversionistas de Europa están preparados para estacionar su dinero durante dos años con un rendimiento negativo”, escribió el comentarista Michael Mackenzie es un artículo publicado en el Financial Times el 19 de julio, “es una clara señal de miedo de que la eurozona está en peligro inminente de desbaratarse”.