El título de este artículo es una pregunta real, no una retórica. Tengo una hipótesis que puede o no ser cierta y la voy a exponer aquí para mayor discusión.
Comienza con un enigma: la tasa de desempleo en Estados Unidos ahora es extremadamente baja para los estándares históricos. De hecho, regresó a los niveles del año 2000; esos eran los días en los que el empleo era tan elevado que la gente solía bromear con la “prueba del espejo” para el empleo: si tu respiración empañaba un espejo, es decir, si estabas vivo, te podían contratar (lo siento, zombis). Sin embargo, el crecimiento del salario sigue limitado, muy por debajo de los niveles anteriores a la crisis.
¿Qué sucede?
Una respuesta es que la tasa desempleo oficial es engañosa como indicador de desaceleración económica o que los cambios estructurales han cambiado la curva de Phillips. Esto puede ser cierto, pero hay muchas historias sobre empresas que se quejan de que no pueden encontrar trabajadores. Así que, ¿por qué no están aumentando los salarios?
Esta es una hipótesis: se debe en parte a la rigidez a la baja de los salarios nominales. La idea de que las empresas están muy renuentes a hacer reducciones salariales tiene una larga historia, por una muy buena razón: es cierta. Esa verdad ha sido evidente para muchos observadores. Los empleadores creen que los recortes salariales verdaderos —en oposición a, digamos, dejar que los sueldos reales se erosionen con la inflación— son desmoralizantes y se perciben como injustos. Así que tiende a haber un límite inferior igual a cero en los cambios salariales, excepto en caso de que haya un desempleo muy elevado.
No fue sino hasta la Gran Recesión que la mayoría de los economistas creyeron que esta limitante, al igual que el límite inferior igual a cero en las tasas de interés, no era importante en la práctica. Sin embargo, durante la recesión y después de ella, la rigidez a la baja de los salarios nominales se volvió obligatoria para un enorme porcentaje de la fuerza laboral.
Pero esto explica por qué las empresas no redujeron los salarios cuando el desempleo era elevado. ¿Cómo explica por qué no incrementan los salarios ahora que el desempleo ha disminuido de nuevo?
Bueno, esta es mi teoría sobre los salarios. Lo que los empleadores aprendieron durante la larga depresión es que no se pueden reducir los salarios aun cuando la gente está desesperada por encontrar empleo; también aprendieron que los periodos extendidos en los que se reducirían los salarios si se pudiera son mucho más probables de lo que alguna vez creyeron. Esto los hace renuentes a otorgar aumentos salariales hasta en los buenos tiempos, porque saben que tendrán que mantener esos salarios si la economía vuelve a empeorar.
Esta hipótesis también explica algo más que me ha venido desconcertando: las anécdotas generalizadas sobre empleadores que tratan de atraer trabajadores firmando bonos en lugar de mayores salarios. La firma de un bono es un costo de una sola vez; un sueldo más elevado, ahora lo sabemos, es más o menos para siempre.
Si hay algo de cierto en esta historia, la debilidad económica prolongada posterior a la crisis financiera todavía está proyectando una sombra sobre los mercados laborales a pesar del bajo desempleo de hoy.