Desde lo acontecido con la pandemia se han dado algunas situaciones que resultan muy interesantes para ser analizadas. ¿Es mejor el trabajo remoto o en oficina? ¿es conveniente el modelo híbrido o no? Resulta que, de acuerdo con la cultura empresarial y el tipo de personalidad de los colaboradores, las respuestas a estas preguntas pueden ser variadas. Considerando que todo cambio al principio es difícil, cuando se debió ir a trabajar a la casa hubo una curva de aprendizaje y acomodación importante, sobre todo en acuerdos con los miembros de la familia, la ubicación del lugar de la casa donde se quería trabajar, el aislamiento, etc.

Pero a medida que pasaron los días las personas se fueron acostumbrando, ya que el ser humano es de costumbre. Ahora, algunas empresas volvieron a llamar a sus empleados a sus lugares de trabajo, y es importante tener en cuenta que ésto requiere nuevamente de una curva de adaptación. Por ello se hace necesario encontrar los beneficios a ir a trabajar a la oficina para que los colaboradores, si bien obligados al retorno, no se les haga más difícil el proceso de adaptación, pues créanlo o no, ir a trabajar a la oficina también tiene sus beneficios y ventajas. Aquí llamo la atención sobre algunos de los beneficios para que sea más fácil el proceso de adaptación.

Primero, se establece el horario laboral con claridad. Antes de la pandemia era claro cuáles eran las horas para levantarse, hora de ingreso al trabajo y hora de salida. El trabajo en casa rompió con esta dinámica, lo que llevó a que los horarios de trabajo se extiendan, sea mucho más difícil salir o tomar tiempo para descansar o almorzar y establecer horarios para desconectarse del trabajo. Ya hemos visto en varios estudios que las empresas empezaron a generar una dinámica de comportamiento, en las que se veía a las personas enviando correos a las 11 de la noche y fines de semana. Cuando una persona trabaja en la oficina es mucho más fácil hacer estas diferencias entre la vida, el hogar y el trabajo.

Segundo, socialización. Los seres humanos somos sociables, ya vimos que de acuerdo al tipo de personalidad algunas personas la pasaron muy mal durante la pandemia al tener que estas aislados de los demás. El lugar de trabajo, cuando es presencial, se presta para conocer gente y adquirir habilidades sociales. Un ejemplo claro se da en el proceso de inducción de una persona que recién ingresa a una entidad, no es lo mismo cuando una persona nueva llega a la empresa y en la primera semana debe enfrentarse a personas conectadas por computador, a tener a personas de carne y hueso con las que pueda hablar, conectar y hacer las preguntas necesarias de un recién llegado, así como visitar las diferentes áreas de la empresa. También la socialización se da en los partidos de fútbol organizados por la empresa, o el día del amor y la amistad, así como los almuerzos, cafecitos y tardeadas. Hay personas para las que la conexión social es muy importante.

Recordar también, que aquí entran las habilidades de relacionamiento y comunicación, no es lo mismo dar un informe al equipo cuando todos están conectados con las cámaras apagadas, que dar ese mismo informe en una sala de juntas con 20 personas, las habilidades comunicaciones que se adquieren son diferentes.

Tercero, aprendizaje. Hablando con varias personas de empresas me manifestaron algo que no había considerado del modelo presencial, el aprendizaje. Resulta que cuando las personas están en el lugar de trabajo y tienen un inconveniente o hay algo que no entienden es tan fácil como sentarse a tomar un café o ir a la oficina del compañero para pedirle que le explique o ayude con el problema. En una empresa fue muy interesante conocer que el horario en el que resolvían más inconvenientes era el de los almuerzos. Así, incluso un horario “extralaboral” da la posibilidad a las personas de intercambiar ideas mientras comparten su almuerzo, como conversación casual sobre un inconveniente que se pueda estar presentando, y allí mismo encontrar la solución pues alguien podría tener las respuestas.

Si las empresas quieren que las personas tengan un modelo híbrido de trabajo o vuelvan al modelo presencial, es importante hacer énfasis en que también este modelo puede traer beneficios y ser un canal de aprendizaje, socialización, conexión y, sobre todo, equilibrio entre la vida, el hogar y el trabajo.