Para aquellos a los que les llama la atención el estudio del cerebro, que es mi caso particular, comparto algunos hallazgos sobre cómo se ve la emoción de la felicidad en el cerebro, esto con el fin de poder convencer al hemisferio izquierdo del cerebro, más numérico, matemático y lógico, de que la felicidad es también numérica, matemática y lógica.

En varios estudios realizados, algunos con neuroimágenes, se identificó que la emoción de la felicidad se puede ver con la activación de la rostral anterior cingulate córtex y, han mostrado una conexión entre la red de control ejecutivo del cerebro encargada de la regulación emocional y el control cognitivo, por ende, la felicidad. Por otra parte, se mostró que la regulación emocional puede ayudar a regular los factores que estresan la vida, de manera que se puede mejorar el bienestar social y en consecuencia sentir mayor felicidad. En este sentido son varias las áreas y funciones del cerebro que estarían contribuyendo a la felicidad.

De otra parte, la interacción entre la felicidad y el cerebro se revisa en un estudio en el que se utilizó la emoción de la felicidad como una forma de rehabilitación tras un accidente cerebral, estudio realizado en 50 pacientes que habían sufrido este trauma y recibieron terapia con música, quienes mostraron una mejora en la regulación de las emociones, la concentración y en el nivel de felicidad. Desde el punto de vista neuronal no existían datos clínicos que mostraran el vínculo entre los cambios bioquímicos y la felicidad en las personas que habían sufrido un accidente cerebrovascular.

Así, se pudo verificar que los mediadores químicos del estrés, como biomarcadores de cortisol, se correlacionan inversamente con la felicidad y fue posible definir la neuroplasticidad como la capacidad que tienen los circuitos neuronales de cambiar su respuesta ante estímulos y cambios como el estrés y las lesiones.

Desde el punto de vista de la neuroanatomía, también se debe mencionar el estudio que pretendía abordar el debate sobre los hemisferios del cerebro, ya que se ha considerado al hemisferio derecho como procesador de las emociones, entre otras funciones, y al izquierdo con la lógica. En este estudio participaron 33 personas, que debían hacer las expresiones de felicidad o tristeza ante un grupo de 20 personas que hizo las veces de jurado para analizarlas. Se concluyó que el hemisferio derecho de los jurados lograba identificar cada una de las emociones sin dificultad y el hemisferio izquierdo logra identificar de acuerdo a las expresiones cuál corresponde a cada emoción analizada.

Ahora bien, en lo que se relaciona con los químicos producidos en el cerebro, se ha identificado que los neurotransmisores que generan la sensación de felicidad son la dopamina, la oxitocina, la serotonina, los endocannabinoides, las endorfinas, la epinefrina, la norepinefrina, el cortisol y la melatonina. Pero cabe señalar que estos se dan en una persona que está determinada a sentirse feliz, lo cual nos lleva a pensar que aún hay mucho por investigar en este campo.

Por último, debemos recordar que la felicidad es una emoción que genera un estado de satisfacción y bienestar, en este sentido ayuda a contrarrestar los efectos y el impacto negativo del estrés ocasionado por situaciones personales y laborales y que, la felicidad, como todo en la vida requiere de voluntad, es decir, querer ser feliz y, de práctica, pues es como un músculo que se ejercita.