¿Cómo usar la tecnología a favor de la empresa?
En un mundo donde la tecnología ha ido marcando nuevas tendencias, todavía seguimos estando en un proceso de transición. Hemos encontrado que en varias empresas en que existen las oficinas de IT o de tecnología, ellas son vistas como si se tratara de aquella oficina o grupo de personas encargadas de arreglar la impresora cuando no funciona de forma correcta, o para solucionar problemas cotidianos del correo o la red de internet. Sin embargo, estas oficinas deberían estar encargadas de algo más que del virus cotidiano del computador.
Varias son las “usabilidades” de la tecnología y que pueden jugar en favor de la empresa. Veamos: Los ejecutivos de las empresas tienen tres roles que son vitales para la gestión de la tecnología de una forma eficiente: primero, que la selección de la tecnológica sea la apropiada para la empresa. Muchas empresas quieren modernizar sus sistemas operativos o entrar en el mundo informático o de innovación, pero a menudo caen en el error de gastar enormes montos de dinero en tecnología sin hacer un estudio previo de qué es lo que realmente necesitan para su core o núcleo de negocio o qué es lo que se adapta más a ellos, de acuerdo al número de personas que estarán interactuando con la misma.
Segundo, una vez es seleccionada la tecnología adecuada para la empresa y que se espera hará realmente un cambio sustancial en el negocio y dará ventaja competitiva es vital que la misma sea adoptada por el personal, es decir, se debe fomentar la adopción. No sacan nada los empresarios con comprar un “Ferrari si está parqueado fuera y nadie sabe cómo utilizarlo”, lo que constituiría un gasto sin justificación. Así que la capacitación que se dé al personal para que la tecnología sea adoptada en las tareas diarias es importante.
Tercero, asegurar la explotación. Esto refiere a que la tecnología no solo debe ser adoptada sino, además, usada en forma continua para poder hacer evidente la mejora competitiva que esta conlleva. No debe ser utilizada como si solo se tratara de un juguete nuevo en Navidad, que se usa los primeros días pero que después es puesto en el escaparate y dejado en el olvido, como de forma histórica sucede con todo lo nuevo.
Los ejecutivos también tendrán que enfrentar un mal que trae la tecnología y que a veces complica la situación, y es la resistencia al cambio o la llamada zona de confort. Aquella zona en la que ya de forma automática hacemos las tareas diarias y en la que no debemos pensar o reflexionar mucho sobre cómo debe ser ejecutada la labor. Siempre, y de acuerdo a la edad que tengan los colaboradores de la empresa, va a ser más o menos fácil lograr que adopten y exploten las nuevas herramientas tecnológicas que la empresa adquiere. De allí que sea vital que exista un acompañamiento y una motivación constantes a los colaboradores para que poco a poco vayan mutando en las nuevas formas de realizar las tareas. Entonces, es importante que las oficinas de IT no sean vistas como aquellos grupos de personas que hablan un idioma diferente y complejo que no está a la mano del entendimiento de un ser humano que trabaja en otra área, puesto que la empresa debe funcionar como un todo. Adicionalmente, las áreas de IT deben hacer también el esfuerzo para integrarse a toda la organización y no ser una célula aislada.
De acuerdo con Dr. Mario Yáñez profesor de la Universidad de Miami, la tecnología conlleva tres ventajas: primero, la habilidad de tomar decisiones mejor fundadas, por tener acceso a información en tiempo real; segundo, colaborar de modo más efectivo con los clientes, socios comerciales y empleados; y tercero, eficiencia en la operación, mejorando el desempeño y resultados.
Se recomienda que todas las empresas tengan un área de innovación o tecnología que mediante la gestión del conocimiento genere que los mismos colaboradores participen en los procesos de mejora para la organización, de manera que se logre que la tecnología acerque a las personas y no las aleje.