Ecuador en los años 80 era un país pujante en buena parte gracias al Presidente Febres Cordero quien le dio todas las facilidades a la industria, al comercio y a las inversiones y entregó a asesores suizos la organización y protocolos para trámites aduaneros y otras entidades de recaudo. Mientras tanto, los colombianos estaban sumidos en una crisis en la industria con un gobierno que pensaba que la paz era hacer concesiones a la guerrilla, disminuir los presupuestos y la capacidad a las fuerzas militares y pintar palomas en los batallones y pajaritos en las ilusiones de los ciudadanos hasta que sucedió la toma por parte del M19 del Palacio de Justicia y su consecuente holocausto donde fallecieron magistrados y los archivos de procesos vitales contra narcotraficantes.
En ese escenario inician las hordas de migrantes colombianos también al Ecuador; la gran mayoría gente trabajadora, buscando trabajo para sacar sus familias adelante y huyendo de la recesión, la violencia de la guerrilla y el narcotráfico. Era común encontrarlos como expertos en la industria del arroz tratando de levantarse de la quiebra en Colombia debido a desacertadas políticas del gobierno de Betancur Cuartas-, como los jóvenes graduados en biología marina trabajando en las gigantes camaroneras y así mismo comerciantes, porteros, mensajeros y jornaleros.
El escenario se enturbió con la presencia en el Ecuador del grupo M19 que con extorsión y secuestro llevaron a la muerte, en una operación de rescate, al banquero mas reconocido de ese país, Nahim Isaías Barquet. Esto obligó al gobierno de ese país a tomar medidas drásticas para el control de ingreso de colombianos y a una estigmatización en la ciudadanía que dificultaba cada vez mas las oportunidades de trabajo y la permanencia de las personas de bien que en algún momento habían podido hacer negocios, conseguir trabajo y tener una oportunidad y prestigio. Esto generó situaciones muy penosas y un nuevo éxodo de las familias y personas que perdieron lo construido, aunque algunos otros fueron ayudados, protegidos o contratados por colombianos con empresas o posibilidades de empleo y contratación.
Por su parte Ecuador sí aprovechó el talento, fortaleció muchas industrias como la de la acuacultura y el sector agropecuario convirtiéndose en uno de los mas conocedores en el mundo en acuacultura con el aporte del conocido y experiencia de colombianos que de la mano del gobierno cambió positivamente la historia de ese país por esas calendas.
Esta narrativa nos debe servir para entender en perspectiva que tan importante es evitar repetir la historia. Por un lado esta la historia de Ecuador que perdió lo ganado durante el gobierno de Correa, alertando que no se puede dejar repetir en Colombia y que el esfuerzo de todos debe estar en acabar con toda clase de violencia, en prevenir la corrupción y acabar con los grupos mal llamados guerrilleros o paramilitares, y que ahora, también quieren estar en la política con sus bolsas de basura con dinero manchadas de sangre y muerte.
Como dice el Padre Eudista ex director de la Fundación Montes de Maria padre Rafael Castillo “creo en el perdón, creo en la reconciliación pero lo anterior no es posible si hay olvido pues esta generación y la próxima debe saber que la perdida de sus seres queridos sirvió para algo bueno”. Llámese como se llame el bollo de mazorca o humita están hechos con los mismos ingredientes, así que no se deje confundir; piense y elija bien.