La expectativa de vida hoy está alrededor de 73,5 años para hombres y 79,3 para las mujeres gracias a los adelantos de la ciencia, la tecnología y la educación que se manifiestan en una mejor calidad de vida de las personas pese a las noticias aterradoras, mientras el crecimiento mundial ha descendido de 5 ,04 hijos por mujer en 1962 a 0,88% con proyecciones mundiales negativas a partir de 2064, según la Washington University.

En el período del Imperio Romano (27 a.C. - 476 d.C.), la expectativa de vida estaba en el rango de 20 a 30 años. En el siglo XIX el promedio de edad fue de entre 28 y 32 y muy pocas personas superaban los 40 años de vida siendo la tuberculosis una de las mayores causas de muerte seguido de viruela, cólera, tifo, disentería, fiebre amarilla y la influenza; enfermedades que le costaron la vida a genios como Frédéric Chopin de 39 años, Franz Schubert que murió a los 31 años, John Keats de 35 años, la escritora británica Emily Brontë autora de "Cumbres Borrascosas”, quien murió a los 30 años.

En siglo XX la edad de muerte en promedio osciló entre 50 y 65 las causas principales en el mundo fueron: 31% a enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. El cáncer representa aproximadamente 17% de las muertes a nivel global. Las enfermedades respiratorias, infecciones respiratorias y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), contribuyen con alrededor de 9% de las muertes. A pesar de los avances en medicina y vacunación, las enfermedades infecciosas todavía representan alrededor del 9% de las muertes. Enfermedades no transmisibles como la diabetes, la obesidad y enfermedades relacionadas con el estilo de vida son 71% de las muertes a nivel mundial y los accidentes de tráfico, caídas y lesiones laborales, representan 9% de las muertes.

Es relevante mencionar las guerras y conflictos del siglo XX que atentaron contra la especie humana como fueron la Primera Guerra Mundial (1914-1918) que tiene un estimado de 16 a 20 millones de muertos, incluyendo civiles; la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) con un estimado de entre 70 y 85 millones de muertes, incluyendo víctimas militares, civiles y el Holocausto. Guerra Civil China (1927-1950) con estimaciones que superan las 10 millones personas muertas; la Guerra de Vietnam (1955-1975) con estimaciones que oscilan entre 2 y 3 millones de muertes; la Guerra Civil de Rusia (1917-1923) con más de 5 millones de muertes sin contar con los conflictos en África - Congo y Ruanda - y Latinoamérica.

Es claro que la violencia y las guerras son el lenguaje de los perdedores y que sin importar el Dios en que crean los tomadores de decisiones hay certeza que las consecuencias también las sufren los poderosos en carne propia y así mismo sus familias. Sobre las enseñanzas que nos dejan estas tragedias es que nunca se puede apoyar, elegir o permitir a quienes tienen adicción al poder, la codicia y el ego. Tampoco se explica tanta tecnología e inteligencias artificiales si no sirven para prevenir conflictos, acercar voluntades, hacer acuerdos y parar estas guerras absurdas, fratricidas e infames.

Por último, pero no menos importante, reconocer que la mayoría de las enfermedades relacionadas con obesidad, respiratorias, cardio vasculares, algunos tipos de cáncer y de accidentes automovilísticos son responsabilidad individual por malos hábitos y excesos que se deben corregir sin pretender ser Matusalén que según la Biblia vivió 969 años – Genesis 5,27- o Noe 950 años -Genesis 9,29.