La esperanza del mundo está en Suramérica. Del Río Grande de México hasta la Patagonia hay 22 millones de kilómetros cuadrados, la gran mayoría cultivables, con fábricas naturales y cantidades de agua dulce, con todos los climas, todas las alturas, con el pulmón más grande de la tierra en Amazonas, además de las riquezas de dos océanos; tenemos todo para poder ser los líderes de un nuevo paradigma con objetivos y metas que permitan la supervivencia de la especie humana.
El planeta no está en riesgo, lo que sí está verdaderamente en riesgo es la especie humana. Entre el fenómeno del cambio climático, las guerras y los conflictos inventados que sólo obedecen a asuntos de poder e intereses políticos, económicos y el decrecimiento de la natalidad nos vamos a extinguir. En conclusión, el planeta puede continuar varios miles de años sin nosotros, si sólo tenemos tiempo, cabeza y prioridades asociados al poder, la riqueza y la acumulación.
La propuesta de cambio está en la Ética del Cuidado, que asume una doble función, la de previsión y prevención de daños futuros y la de regeneración de daños pasados. La ecuación a resolver es cómo seguir produciendo y seguir consumiendo y hacer posible que la dignidad del individuo se traduzca en asegurar los derechos humanos para todas las personas y la solidaridad. Las dimensiones de la Ética del Cuidado que ya están estudiadas y propuestas en:
1. Cuidado del cuerpo, en reconocimiento a la vida 2. Cuidado del espíritu como la capacidad de evitar o disminuir el dolor en los otros 3. Cuidado de los cercanos, cuidando los vínculos emocionales en la familia y los amigos 4. Cuidado de los lejanos, asociados al Cuidado de los bienes públicos y, finalmente 5. Cuidado de las instituciones como una forma de trascender más allá de las personas y del tiempo.
Esta aproximación de este nuevo paradigma lo aprendí, trabajé, adapté e implementé parcialmente en la industria (aprendiendo de los filósofos Leonardo Boff de Brasil y Bernardo Toro de Colombia)*, con resultados sorprendentes en los desempeños del Cuidado de la vida, del ambiente, de las comunidades, de los activos que incluye la reputación, de los aliados y de las instituciones. Esta aproximación desde la Ética del Cuidado a la rentabilidad y sostenibilidad del negocio, ha generado curiosidad en programas de maestría de negocios de varias universidades en Latinoamérica, que reconocen que el factor crítico de éxito es el compromiso legítimo con el bienestar de todas las personas asociadas con el negocio.
Si cambiáramos nuestra aproximación en todos los ámbitos de nuestra vida y nuestro relacionamiento, donde la construcción de confianza fuera el resultado de una ética superior del Cuidado de la vida y dignificación de las personas, podríamos hacer el mayor aporte a la humanidad en el aseguramiento de la especie humana. ¿Qué estamos esperando para empezar a cuidarnos, respetarnos, reconocernos y hacer conciencia de todo lo que sabemos y recursos que tenemos?
*Esta ideas están tomadas y/o adaptadas de: Boff Leonardo.2012. El cuidado necesario. Trotta.2012 y Bernardo Toro ,TEDxpura vida. El Cuidado no es una opción, aprendemos a cuidar o perecemos