Analistas 29/05/2022

Halar para arriba

Ramiro Santa
Presidente Sklc Group

En estos días febriles de la política en Colombia todas las conversaciones y noticias se están escuchando y replicando desde las emociones; sin embargo lo que más se necesita es analizar las propuestas desde el sentido común, la aritmética básica, los deberes y derechos de los ciudadanos, contrastadas con lo que está sucediendo en el mundo.

Es necesario considerar las crisis políticas que se están dando en la política mundial debido a la falta de buenos líderes y en la falta de propuestas que dignifiquen a la sociedad. De igual manera, comprender el impacto de los incumplimientos de los proveedores chinos en toda la cadena de suministro; así como el alza en los precios del petróleo, la principal fuente de energía para mover el mundo, situación derivada del bloqueo económico a los rusos, dueños del gas que se consume en Europa. Pero más importante son las crisis humanitarias por guerras, pobreza y malos gobiernos que generan grandes éxodos*. Las estadísticas de lo que sucede hoy en el mundo con las migraciones ocasionadas por la guerra civil en Siria son 6,7 millones de personas en once años; las causadas por el gobierno de Venezuela son seis millones de personas en ocho años; y la invasión rusa a Ucrania que en dos meses ha generado 5,3 millones de personas migrantes. Las consecuencias serán la crisis alimentaria que anticipa una hambruna por el desabastecimiento de granos y la falta de abonos e insumos químicos derivados del petróleo. Como si eso fuera poco, el cambio climático que, por la quema de bosques, la contaminación y la aún ineficiente generación de energía, no disminuye en sus nefastos efectos. A lo anterior habría que sumarle además, la latente la crisis de salud: COVID y viruela. Eso sin mencionar la crisis de valores y principios que son otro cáncer social.

En esa lógica la elección de la cabeza del poder ejecutivo de Colombia debe tener en su agenda, como oportunidades para el país, los asuntos mencionados de la agenda mundial como son 1. La seguridad alimentaria y ojala con excedentes para exportar y ayudar a nuestro vecino en la miseria 2. La autosuficiencia en materia de gas, petróleo y derivados y prioritariamente con excedentes para conseguir recursos para acometer la nueva agenda social concertada en y desde las regiones, 3. La protección de bosques y la promoción de nuevos bancos ambientales buscando ser país cero emisiones netas, con excedentes de captura para exportar a través de bonos en mercados verdes; 4. La promoción de la cultura y el deporte como nuevas opciones de vida, de entendimiento, respeto y encuentros; 5. La generación de nuevos líderes éticos que puedan continuar la senda del bienestar y el desarrollo para todos.

Lo anterior debe ser la primera prioridad del nuevo mandatario con: el conocimiento real del país, la capacidad de ejecutar y los recursos que tiene sector empresarial, así mismo de la academia como constructora de nuevos conocimientos y responsable por brindar una educación pertinente, de los sectores sociales en territorio como dueños de su cultura y guardianes de sus riquezas y las iglesias como faros morales y garantes. Solo reconociendo y valorando las diferencias, que seguro son complementarias, se podrá construir ese nuevo mapa de ruta con una visión compartida, generosa e incluyente que asegurará que Colombia y su gente pueda navegar en las aguas turbulentas de este mundo en crisis y además logrará la libertad y orden tan anhelados.

*SWI Swissinfo.ch / UNHCR, Tagesanzeiger

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