Analistas

Imperativo Categórico

Ramiro Santa

En medio de la oscuridad de una sociedad en crisis, enfrentada a problemas crecientes de salud, pobreza y crisis de valores, se vuelve imperiosa la necesidad de salir de la ignorancia y encontrar una luz en el conocimiento. Esta fuerza intelectual convergente es conocida como la Ilustración.

Este movimiento, impulsado por científicos, políticos y filósofos, generó un período crucial en la historia del pensamiento occidental, conocido como el Siglo de las Luces, el cual se inició con la finalización de la Guerra de los Treinta Años en 1648 y se extendió hasta el inicio de la Revolución Francesa en 1789. Durante ese período sucedieron una serie de cambios profundos en la manera de pensar, de entenderse como personas y de comprender el mundo, enmarcados en la razón y el conocimiento.

Los principios y valores que lideraron la Ilustración se caracterizaron por su énfasis en la razón, la crítica, la libertad y la búsqueda de la felicidad, esta última ya no se buscaría en el cielo, sino en la Tierra. Los ilustrados, un grupo de intelectuales, filósofos, líderes cultos y reformadores sociales, criticaban la ignorancia y la superstición que había en la población europea, y abogaban por un conocimiento para combatir la tiranía y construir un mundo mejor.

Las ideas ilustradas influyeron en todos los ámbitos, especialmente en la política, como fueron la Independencia de las Trece Colonias y la Revolución Francesa, e impulsaron el rechazo a la monarquía absoluta y la búsqueda de formas de gobiernos democráticos en pos de una sociedad equitativa y justa. Así mismo, los contrapesos, a través de la separación de poderes y el reconocimiento del valor de la mujer, fueron algunos legados de este movimiento.

La Ilustración promovió el uso de la razón y la ciencia para conocer y comprender la realidad, cuestionando las verdades establecidas por la autoridad política e incluso la religiosa. Este enfoque racionalista impulsó el desarrollo de la investigación en las ciencias naturales y fomentó la innovación en diversos campos del conocimiento. Esto llevó a nuevas conversaciones, formas de relacionamiento, espacios de sociabilidad y maneras de transmitir el conocimiento e información, permitiendo la difusión, la discusión de las nuevas ideas y la innovación.

Durante el siglo XVIII, la Ilustración influyó en la política, la economía, las ciencias, el arte, la religión y otros aspectos de la cultura occidental. Fue una corriente de pensamiento que se caracterizó por apoyarse en la razón, con sus principales ideólogos criticando la ignorancia y la superstición que prevalecían en Europa.

El filósofo Immanuel Kant jugó un papel crucial en la Ilustración, sosteniendo que la ética debía basarse en la imposición autónoma de leyes morales por sujetos racionales, fundamentadas en lo que denominó "Imperativo Categórico". Así mismo, destacó la importancia de la reflexión y del pensamiento crítico, afirmando que "el sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca".

No hay duda de que los principios de la Ilustración siguen siendo relevantes hoy en día, recordándonos la importancia del conocimiento, la reflexión y la lucha contra la ignorancia y la tiranía para construir una sociedad más justa y equitativa. En este contexto, ser y estar ilustrados significa no solo tener conocimiento, sino también la capacidad de pensar por uno mismo y asumir la responsabilidad de nuestros propios juicios.

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Revolución Francesa - Política - Felicidad - libertad