Estabilidad, servicios de salud, educación, cultura, ambiente e infraestructura son los criterios para el índice de las ciudades – países con mejor habitabilidad en el mundo de The Economist. Los resultados del ranking han tenido grandes cambios: el primero (2021) está asociado a la pandemia donde la forma de prevenir y enfrentar la enfermedad china fue determinante con resultados excelentes para Nueva Zelanda y Australia en los primeros lugares mientras que países y ciudades en Europa y Estados Unidos (con excepción de Houston y Honolulu) cayeron por deficiencias en sus servicios de salud. En esa lógica las 10 mejores ciudades para vivir estuvieron en 4 países: Auckland – Nueva Zelanda, Osaka – Japón, Adelaide – Australia, Wellington Nueva Zelanda; Tokio – Japón; Perth – Australia, Zúrich – Suiza, Ginebra – Suiza, Melbourne – Australia y Brisbane – Australia.
El segundo gran impacto en el Índice de Habitabilidad (2022) esta ocasionado por la violencia civil, terrorismo y las guerras como es el caso de Siria – Damasco, así mismo los países de Europa del este han sido testigos de un descenso en la clasificación por la invasión de Rusia a Ucrania y en América Latina por los conflictos políticos acompañados de terrorismo, inseguridad y narcotráfico. Siria - Damasco, Trípoli – Líbano, Argel – Argelia, Lagos – Nigeria, Karachi – Pakistán, Puerto Moresby – Papua Nueva Guinea, Dhaka – Bangladesh, Harare – Zimbabue, Kiev – Ucrania, Douala – Camerún y en Latinoamérica Caracas – Venezuela, Aguascalientes – México Y Ciudad de Guatemala.
La construcción ciudades y entornos requiere visiones radicales con insumos radicales pensando que quisiéramos en el siglo XXIV y regresando a hoy para iniciar los cambios de acuerdo con el Proyecto de ciudades Habitables donde participan entre otros los profesores Brian Collins experto en ingeniería política de la University College of London UCL , Nick Tyler ingeniero civil de la UCL y Chris Rogers Ingeniero Geotécnico de la Universidad de Birmingham.
Las ciudades ideales deben ofrecer: 1. bienestar, 2. educación para cumplir con las aspiraciones de los ciudadanos, 3. fácil movilidad en la ciudad, 4. respeto e integración con el medio ambiente, 5. servicios públicos con calidad y confiabilidad, 6. promoción y conectividad económica para emprender; todas las anteriores en un marco de políticas y regulaciones alineadas y pertinentes que aseguren que sus ciudadanos sean exitosas, felices y estén orgullosos de su ciudad.
En ese orden de ideas, los insumos audaces son las visiones donde no deben faltar trabajadores de la salud, expertos en urbanismos y madres de familia además los lideres de los gremios y asociaciones de las actividades que mueven las actividades rutinarias. Ejercicio similar al que hizo para la planeación de la ciudad de Bogotá el ex Alcalde de Bogotá Jaime Castro con el apoyo Bernardo Toro ex vicepresidente de la Fundación Social.
Ad portas de las elecciones de dirigentes de ciudades y departamentos con coyunturas de violencia e ilegalidad y con amenazas y realidades de desastres naturales con alto potencial de daño como el vulcanológico y las avalanchas, los incendios por combustión natural, los movimientos telúricos, los derrumbes por inestabilidad de las montañas y el fenómeno del niño se debe hacer la reflexión sobre que ciudades queremos y quienes son los dirigentes idóneos, con carácter y conocimiento necesario para: planear y ejecutar estrategias, pronosticar, prevenir, gerenciar los riesgos y las amenazas de origen natural, delincuencial, político y terrorista siempre bajo el imperio de la ley. Así mismo esos nuevos gobernantes debe empezar a diseñar y construir de forma incluyente con expertos la mejor ciudad, que garantice con hechos tangibles su visión de estabilidad, realización y felicidad.