Seguimos aprendiendo de la cuarentena pero nos falta mucho para seguir conociéndonos, conociendo a los nuestros, recuperando la familia y amigos que son importantes para nuestra vida y descubriendo nuestro entorno cercano; volviendo a al Paretto de lo esencial, lo que somos, no lo que tenemos ni lo que hacemos.
Otra dimensión es la pérdida de confianza entre las personas, las comunidades, poblaciones e incluso países exacerbado por el exceso de información de todos los orígenes posibles, de cuánto supuesto experto, iluminado, adivinador, brujo, pitonisa o político con gana de cocinar su próxima candidatura suelta a través de las redes social su invento que en muchos casos es catapultado por algunos medios de comunicación que vive de la prensa amarilla y de la preocupación y angustia de la gente que quiere respuestas a lo que aún no sabe la ciencia ni los más expertos.
Lo anterior, lo único que ha logrado es generar en unos apatía ante tanta información y ha concluido que esta situación es una estratagema que obedece a intereses y que en consecuencia no les va a pasar nada por lo que no atienden ni las normas, ni respetan a los ciudadanos de bien que sí han estado atentos a cuidarse y a cuidar a las personas como parte de un conglomerado social. En otros el terror, el miedo, la desconfianza y la desesperanza.
El gobierno por su parte entre la enfermedad y la situación calamitosa de las familias que no tienen que comer inicia una apertura gradual, cuidadosa y condicionada de sectores de alta capacidad de generar empleo y que puede mover otros sectores de la economía pero lo cierto es que debemos reconocer que los hábitos de consumo cambiaron y es a esos sectores a los que hay que darles la oportunidad o facilitarlos. Por ejemplo hay que asegurar la conectividad pues además que somos de los países más atrasados y costosos, la buena y gratuita conectividad evitaría la deserción en los colegios, universidades y centros de estudio y adicionalmente con conectividad se jalonaría todo el sistema productivo y de negocios en esta "nueva normalidad" a través de la venta de lo que está demandando el mercado y que está está creciendo* hasta el 85% como son los productos de deporte en casa; o la salud en 52,9% con medicamentos y productos de belleza y cuidado; o los supermercados y cadenas de retail en 52,9%, o tecnología en 26,9%, estos y otros muchos que nos ayudaría todos a sabiendas que habrán otros negocios, servicios y productos que debemos abandonar.
Emprendedores, empresarios y gobierno esta situación es una oportunidad para encontrar nuevas oportunidades de productos y servicios; hay que incentivar el análisis de necesidades y consumos !!!!
*La Republica abril 23 de 2020 sección empresas pág. 9 y 10