Analistas 15/09/2024

La llanta de repuesto

Ramiro Santa
Presidente Sklc Group

En el efervescente ambiente electoral del país más rico del mundo, una estrategia clave es la acertada elección de la formula vicepresidencial. Además de reafirmar con hechos la propuesta del candidato presidencial, esta figura ofrece la oportunidad de forjar más alianzas, conquistar nuevos votantes y mostrar competencias, habilidades y experiencias que el candidato presidencial podría no poseer. Así es como hemos visto candidatos vicepresidenciales provenientes de diversas corrientes, disciplinas, procedencias, razas, etc.

Sin embargo, más allá de la estrategia electoral, las funciones del vicepresidente varían entre países. Aunque a menudo se le percibe como una figura secundaria, su rol principal ha sido históricamente el de reemplazar al jefe de Estado en casos no deseados, como muerte, incapacidad física, mental, política o legal. A lo largo de la historia, vicepresidentes en todo el mundo han tenido que tomar decisiones que marcaron el destino de sus naciones.

En Sudamérica, los países que cuentan con la figura de vicepresidente son: Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Existen algunas diferencias entre ellos. Por ejemplo, en Argentina, el vicepresidente preside el Senado, pero solo tiene voto en caso de empate; en Guatemala, participa con voz y voto en el consejo de ministros; en Panamá, asiste con voz, pero sin voto, a las sesiones del Consejo de Gabinete; y en Venezuela y Nicaragua, las constituciones son prácticamente letra muerta bajo las dictaduras.

En Estados Unidos, el vicepresidente es el presidente del Senado, con poder para desempatar votaciones y en la práctica su poder depende del contexto político, sus pretensiones políticas, compromisos con su electorado y, sobre todo, de su relación con el presidente.

El reto para cualquier vicepresidente es definir su propio rol y espacio dentro del gobierno. A menudo se encuentran bajo la sombra del presidente, lo que contribuye a la coherencia gubernamental, pero limita su visibilidad e influencia. Además, la expectativa de lealtad absoluta hacia el presidente puede chocar con sus propias ambiciones políticas, como ha ocurrido en varios casos a lo largo de la historia.

Decisiones importantes de algunos vicepresidentes:

• Lyndon B. Johnson (EE. UU. 1964): Tras el asesinato de John F. Kennedy en 1963, Johnson asumió la presidencia en uno de los momentos más delicados de la historia estadounidense. En medio de la tragedia y desesperanza, tuvo que enfrentar la crisis de la insostenible Guerra de Vietnam, las secuelas de la fallida invasión de Bahía de Cochinos y, asegurar la aprobación de la Ley de Derechos Civiles que había sido presentada por Kennedy.

• Martín Vizcarra (Perú, 2018): Después de la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski debido a un escándalo de corrupción, le tocó a Vizcarra asumir la presidencia. Debió restaurar la confianza pública e implementar reformas políticas y judiciales para combatir la corrupción en el país. Además, gestionó reformas estructurales y el manejo de la pandemia.

• Isabel Perón (Argentina, 1974): Como vicepresidenta de su esposo, Juan Domingo Perón, Isabel asumió la presidencia tras la muerte de éste. Su mandato se recuerda principalmente por el desgobierno, la creciente inestabilidad política y económica en Argentina, lo que condujo a un golpe militar en 1976.

En Colombia los vicepresidentes han asumido asuntos estratégicos de cada gobierno desde la estrategia de seguridad nacional y control de territorio, defensa y garantía de los Derechos Humanos y Derecho Internacional humanitario, ejecución de Proyectos para zonas apartadas y poblaciones vulnerables hasta el actual gobierno con el diseño de un ministerio de igualdad.

Para la contienda de los Estados Unidos las fórmulas vicepresidenciales son definitivas para los electores pues en un caso será la probable sucesión de un presidente de avanzada edad, cuya capacidad y energía podrían disminuir; en el otro, una figura con la capacidad de tomar decisiones radicales y responder a las vulnerabilidades y amenazas que enfrenta el país. A esto se suman las fisuras en los valores estadounidenses que han generado polarización y conflictos internos, afectando el bienestar social, la seguridad, la economía y la cohesión de una nación que antes era vista como el ejemplo de democracia, progreso y respeto.

JD Vance o Tim Walz ambos de clase media y originarios de las zonas industriales del medio oeste de los Estados Unidos (Ohio y Nebraska) ambos exmilitares, uno marine y otro ejército, los dos abogados, los dos excongresistas y ex gobernadores, uno de 40 años y el otro de 60 años, ambos lideres con ideologías en dos orillas distintas uno desarrollistas, en contra del aborto y control de inmigrantes y el otro progresista, a favor del aborto, uso de marihuana; ya veremos el debate televisado el 1 de octubre.

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