Analistas 05/05/2024

Parrandear por lo alto

Ramiro Santa
Presidente Sklc Group

Desde México hasta Alemania, pasando por Colombia, los festivales invitan a aprender viviendo en carne propia las tradiciones, la música y la alegría de diferentes culturas.

En la rica cultura mexicana durante el Día de Muertos, una celebración con música y disfraces que honra a los seres queridos que han fallecido, desde el 28 de octubre hasta el 2 de noviembre, los altares adornados con ofrendas de comida, bebida y objetos personales reciben a las almas de los difuntos. La película 'Coco' ofrece una representación vibrante de esta festividad única.

El carnaval más grande del mundo tiene lugar en las calles de Río de Janeiro, Brasil. Durante días, la ciudad se colma de desfiles de carrozas, escuelas de samba gigantes, música contagiosa y hermosos bailes. Desde el famoso Sambódromo hasta las fiestas en las calles, el carnaval es una explosión de color, alegría y frenesí que no tiene comparación.

En la ciudad del Cusco, la Fiesta del Sol celebra la tradición incaica y marca el inicio del Año Nuevo Andino. Con raíces ancestrales, esta festividad incluye místicas ceremonias, danzas y ofrendas al Dios Sol. Es una oportunidad única para ser parte de la cultura e historia sorprendente de los Incas.

En el Oktoberfest en Alemania, la cerveza, trajes típicos, bandas musicales y comida alemana, se roban el protagonismo . Esta fiesta, que se celebra en octubre, es una oportunidad para disfrutar de las fiestas alemanas y conocer su cultura cervecera.

Considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesci, el Carnaval de Barranquilla es una experiencia de color, música y alegría que se celebra en la costa Caribe de Colombia. Durante días, la ciudad se transforma en un escenario lleno de desfiles, orquestas, glamur y flores que inundan las calles.

El Festival de la Leyenda Vallenata es el evento cultural con el fin de preservar la música de ese género. Todos los meses de mayo son interpretados con maestría los acordeones, las cajas y las guacharacas por los mejores. Gracias a la belleza de sus canciones, variedad en las composiciones e interés de personalidades este género es conocido y reconocido en el mundo como la impronta musical de los colombianos. Este festival se complementa siempre con la hospitalidad de su gente siempre generosa y su gastronomía sorprendente.

El festival Mono Núñez en Ginebra Valle donde se interpreta la música andina: bambucos, torbellinos y pasillos. Para los historiadores estos aires son la expresión cultural que acompañó los momentos más heroicos como fue la entrada de los libertadores a Santafé de Bogotá después de la Batalla de Boyacá y la independencia del Perú. De ahí que esta música, además de ser cantos al amor y a la belleza, son himnos de victoria. Tiples, guitarras, bandolas y técnica milimétrica en interpretaciones y voces son parte del festival que también se acompaña con historias, nuevas canciones, agrupaciones y gastronomía de los Andes todos los meses de junio.

En agosto está el Festival del Joropo en Villavicencio que es reconocido como la máxima expresión de la cultura de los llanos colombo venezolanos. En esta celebración se hace en torno de la música llanera y el baile típico del joropo donde el hombre zapatea, la mujer hace pases al son de los acordes del cuatro, el arpa, y los capachos mientras el canto narra historias de las faenas de trabajo, la naturaleza, los amores y los desamores.

Por lo pronto estamos viviendo la cultura vallenata y acompañando al amigo, condiscípulo y juglar vallenato Iván Villazón.

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