Analistas 21/10/2022

Educación o lucha de clases

Ricardo Mejía Cano
Gerente de Saladejuntas Consultores

En los años 70 el sistema educativo de Finlandia era mediocre. Afortunadamente la clase media, que por esos años se consolidó, empezó a exigir mejor educación para sus hijos. Siendo un país de pocos recursos, sus dirigentes también vieron que la educación debería ser su principal arma competitiva. Conscientes de que era un plan a largo plazo, cuyos frutos sólo se verían después de 15-20 años, iniciaron un plan de reformas con el apoyo de todos los estamentos de la sociedad.

Las reformas incluyeron la descentralización de la educación, pasando la responsabilidad a los municipios; los profesores, en lugar de ser licenciados en educación, deberían ser graduados en las diferentes profesiones, con máster en educación. Además, dieron autonomía a los rectores para seleccionar su planta de profesores.

Desde el 2000 los finlandeses están punteando en las pruebas Pisa. Es tal el éxito, que crearon Visitedufinn, una organización privada con apoyo del gobierno, dedicada a difundir el conocimiento de su sistema educativo.

Con su ayuda tuve la oportunidad de visitar un colegio de primaria en el centro de Helsinki. Asistí a una clase de lectura para niños de segundo grado. La clase era de 22 alumnos. Los separaron en tres grupos, en un salón los más adelantados, en otro los de nivel intermedio y el tercero, al que yo asistí, con los niños más atrasados. En este grupo eran 12 alumnos, con dos profesores. Su meta es nivelarlos pronto con los más adelantados, para que puedan seguir todos juntos en el grupo. Visité también los talleres de confecciones, maderas, metalmecánica y pintura, por los que deben pasar todos los alumnos. Muchas universidades en nuestros países se quisieran los talleres de esta escuela de primaria.

Tero Tatterback, su rector, empezó en el colegio hace más de 20 años, dónde fue profesor, luego vicerrector y ahora rector. Tero está en permanente contacto con los profesores y los alumnos, y programa con los primeros como deben orientar su trabajo. A fines del año pasado hicieron una reunión para definir en que deberían hacer énfasis este año: concluyeron que habilidad de lectura sería la prioridad. En un país que en los rankings de lectura de libros esta siempre entre los cinco primeros. Gracias a su educación, también puntea en el mundo entre los de mayor equidad.

Para los finlandeses las evaluaciones nos son necesarias, porque todos están en función del progreso de los jóvenes. Este punto se respira en la visita al colegio. Una premisa fundamental: más importante que unos estudiantes se destaquen sobre los demás, es que deben ayudar a quienes tienen dificultades, para que todos terminen con excelentes resultados.

Luego de la visita al colegio, fui a la Universidad de Aalto. En conversación con un estudiante de diseño, me comentó como los talleres durante la primaria de confecciones, pintura y otros le habían ayudado a descubrir su vocación.

Con su sistema educativo han sembrado en la población el “chip” de aprender, estudiar, innovar, pasar fronteras. La biblioteca Oodi en el centro de Helsinki es la mejor prueba. Me fui a trabajar a la biblioteca un martes en mañana: estuvo llena todo el tiempo. Pero no solo eran estudiantes, también familias con sus bebes. Si uno va a la biblioteca a las 9 de la noche o el domingo también está llena. En Finlandia hay bibliotecas en todas partes y todas están siempre llenas.

Si bien no es fácil copiar el sistema, se pueden aprender dos cosas: 1. Hay que estar abierto al cambio y dispuesto a hacer las reformas necesarias, 2. La equidad se logra es con buena educación. No promoviendo la lucha de clases.

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Educación - Pruebas Pisa - Principio de oportunidad - Primera Ministra Finlandesa