El futuro de las familias empresarias
Las familias empresarias han evolucionado a lo largo de las décadas, ajustándose a los múltiples cambios tecnológicos, sociales y políticos. Las nuevas generaciones llegan con nuevas inquietudes y propuestas, obligando a los mayores a hacer concesiones. El experto Kelin E.
Gersick destaca varias áreas que las familias empresarias deberán enfrentar en los próximos años.
A medida que las empresas pasan del fundador a las siguientes generaciones, la dinámica y las expectativas cambian significativamente. Los mayores normalmente priorizan la continuidad y el legado del negocio, mientras los más jóvenes están más centrados en la innovación, el impacto social o incluso cuestionar el valor de conservar la empresa familiar.
Las familias deberán facilitar conversaciones amplias y difíciles para equilibrar estas diversas expectativas y establecer una visión compartida que se adapte a las aspiraciones de todos los miembros de la familia.
Otro desafío es la integración de la tecnología en los modelos de negocio. Las empresas familiares deberán evolucionar rápidamente en la transformación digital, incorporar la inteligencia artificial en todos los niveles y guiar a las familias en la integración de estas herramientas, sin perder la cultura y la comunicación efectiva.
Esto implica cambios operativos y otros retos: ¿Cómo podría la inteligencia artificial ayudar en la formulación de una estrategia más asertiva? ¿Puede la junta directiva enriquecer sus debates con ayuda de la IA?
Cuando las familias empresarias se expanden a mercados internacionales deben adaptarse a nuevas culturas, al cumplimiento de regulaciones extranjeras y en general a mejorar sus competencias para incursionar con éxito en los nuevos mercados.
A medida que la conciencia ciudadana y las regulaciones en torno a los temas ambientales, sociales y de gobierno (ESG) sigan creciendo, las empresas tendrán que incorporar los temas ESG en sus estrategias.
Las familias empresarias deberán ser más ágiles, estar mejor informadas
Esto las obligará a preparar mejor a sus colaboradores en sostenibilidad, a desarrollar nuevas métricas y estudiar cuales de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible se pueden incluir entre sus objetivos.
Los temas emocionales y de comunicación en la familia seguirán siendo uno de los mayores desafíos, ya que con frecuencia por falta de atención a estos temas se generan conflictos que afectan la vida familiar y el avance de la empresa. Las familias empresarias deben perder el miedo a debatir temas de sucesión ejecutiva y patrimonial, mecanismos de resolución de conflictos, como consolidar el trabajo del Consejo de Familia, las comunicaciones entre el Consejo y la Junta Directiva, etc.
La estrategia de una empresa se formula normalmente a 3-5 años, pero la familia debe planear a 40-50 años: preparar a los nietos para continuar el legado familiar, que aprendan a ser buenos accionistas, que sean creativos y conozcan sus derechos y deberes. A aquellos que muestren interés por el mundo empresarial, hay que ayudarles a mejorar sus competencias profesionales, estratégicas, de planeación, financieras y de inversión.
La manera más efectiva para fortalecer el vínculo emocional de los herederos con la empresa es desarrollar actividades de beneficio social, programas de filantropía, devolver a la comunidad parte de los beneficios alcanzados.
Las familias empresarias deberán ser más ágiles, estar mejor informadas y sensibles a las complejidades de la dinámica familiar, a las nuevas tendencias empresariales y cambios en los mercados. Tendrán que ser más conscientes de los temas de sostenibilidad y alinear sus valores con las nuevas expectativas sociales.
Nota: es urgente crear la mesa de oposición única: UNA SOLA VOZ, con representación de los empresarios, comerciantes, sector de la salud, sindicatos y los partidos que hoy lideran la oposición. Si seguimos cada uno por su lado, terminaremos como en Venezuela: no habrá para mercar.