Analistas 18/12/2023

La junta directiva y la inteligencia artificial

Ricardo Mejía Cano
Gerente de Saladejuntas Consultores

John McCarthy, profesor de la Universidad de Stanford, acuñó el término inteligencia artificial en 1955. Desde entonces, la tecnología ha mejorado considerablemente en recolección y análisis de datos, capacidades de almacenamiento, avances en hardware y “machine learning”.

En esta última tecnología los sistemas no son programados, sino más bien entrenados para analizar datos en texto, voz e imágenes. De estos análisis la IA puede hacer predicciones y formular planes de acción. La calidad de la IA dependerá en gran medida de la calidad de los datos de que se alimenta el sistema. Gracias a los anteriores avances pasamos de la IA a la IA Generativa (IAG).

La computadora Deep Blue le ganó la primera partida a Gary Kaspárov. DB conocía las reglas del ajedrez, podía predecir las movidas que haría su contendor y jugar de acuerdo con una estrategia predefinida. Una vez Kaspárov entendió la estrategia de su rival electrónico, formuló una nueva estrategia y derrotó a la máquina en cuatro oportunidades; perdió en dos. Tanto DB como el buscador de Google son IA. Son sistemas que analizan datos y hacen predicciones.

La IAG analiza los datos, hace predicciones, aprende del entorno, genera nuevos datos y crea nuevo contenido. De una frase como “Había un rey que quería conquistar el mundo …”, la IAG puede crear un cuento completo, de tal calidad que el lector nunca sabrá que fue hecho con IAG.

Así como la máquina de vapor, la electricidad y el Internet cambiaron la manera como hacemos las cosas, los científicos coinciden que con la IAG vendrán cambios más radicales que los anteriores.

En el Foro Económico de Davos de 2016 presentaron una encuesta realizada entre 800 expertos en informática y telecomunicaciones, sobre tendencias para 2025. Una de las preguntas fue: ¿Participarán robots con inteligencia artificial como directores en las juntas directivas de las empresas? Sí, respondieron 45,2%. Todo parece indicar que los científicos no se equivocaron. Tanto si su compañía ya está utilizando la IAG, como si está observando la manera de aplicarla y beneficiarse de la nueva tecnología, las juntas directivas se tendrán que involucrar en el proceso.

¿Ha discutido su junta directiva con la gerencia cómo la IAG podría enriquecer los debates y cómo utilizarla para formular la estrategia? En una encuesta reciente entre los miembros de junta directiva afiliados a la National Association of Corporate Directors, 95% respondieron que la IAG impactará su negocio el próximo año. Sin embargo, solo 28% manifestó que el tema ha sido discutido en su junta.

Las juntas directivas deberán: 1. Incorporar la IAG en los debates estratégicos y de mitigación de riesgos, 2. Designar un comité especializado para regular el uso de la IAG al interior de la empresa, 3. Revisar si entre sus miembros al menos uno conoce las oportunidades y riesgos de la IAG, 4. Invertir en la formación de la junta y del equipo de gerencia, y 5. Crear un sistema de reporte y de indicadores para monitorear los avances en IAG.

No se puede caer en el error de ver la IAG solo como una oportunidad de mejora operativa. Las juntas deberán estudiar cómo la IAG puede ayudar a un mejor conocimiento y relacionamiento con clientes, formular una estrategia más asertiva y crear mayor valor en el negocio.

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