En la mañana trabajaba en sus composiciones y después de almuerzo salía a dar largas caminadas por los bosques alrededor de Viena. Así se relajaba e inspiraba. Le funcionó: aunque ya empezaba a manifestarse su sordera, la Sinfonía No. 6, Pastoral, fue inspirada por la música del viento entre los árboles y el canto de los pájaros. Walter Isaacson relata en su biografía de Steve Jobs como las largas caminadas eran parte de su hábito creativo. No solo Beethoven y Jobs, también Darwin, Nietzsche, Dickens y muchos otros grandes creativos han encontrado su inspiración caminando al aire libre, en medio de bosques y quebradas.

Numerosos estudios confirman que las personas aumentan considerablemente su capacidad de atención y creativa cuando realizan actividades en medio de la naturaleza. Cuando los equipos de trabajo se conectan con la naturaleza, se liberan de la tensión por los problemas del trabajo diario y la rutina.

“Nosotros estábamos sumamente ocupados y no entendía esa insistencia de mi grupo por salir a caminar por un bosque. Acepté un poco malhumorado. Una vez todos juntos, esforzándonos por mantener el paso, el dialogo se hizo más fluido, sin prevenciones y la conversación empezó a discurrir de manera relajada. Quedé sorprendido de la camarería en el equipo, cosa que no se lograba fácilmente en la oficina.” Relato de un ejecutivo a unos investigadores de McKinsey, quienes escribieron el documento: “Permita que la naturaleza incremente la creatividad y desempeño de sus equipos.”

Es curioso como las juntas directivas caen en la monotonía, olvidando su obligación creativa, su compromiso de trabajar con la gerencia en temas más estratégicos que operativos. Sin embargo, no diseñan actividades que las saquen del día a día, que les permitan de manera franca y abierta discutir si efectivamente están creando valor para los accionistas y la sociedad. Una caminadita y un poco de sudor les podría abrir los ojos.

En las empresas familiares la emocionalidad y las tensiones impiden con frecuencia que las empresas prosperen. Los miembros del Consejo de Familia, institución que juega un rol fundamental en la promoción de la paz familiar y evitar que los conflictos familiares se metan en la empresa, se beneficiarían enormemente si hiciesen actividades lúdicas al libre.

Los científicos han encontrado que cuando el individuo se concentra en resolución de problemas, toma de decisiones, análisis de información intermitente como mails, mensajes de texto o manejo de aplicaciones, el cerebro trabaja a una frecuencia de 15 a 40 ciclos por segundo, un estado hiperactivo. Pero cuando el individuo está en medio de un bosque y sin artilugios tecnológicos, su cerebro trabaja a 8 - 14 ciclos por segundo, reduciendo la tensión y la ansiedad e ingresando en un estado de relajación y creativo.

Cuando un grupo de personas asciende una montaña, llega a la cima y hace una fogata para contrarrestar el frío o cocinar los alimentos, el grupo se verá forzado a confiar en aquellos que muestren mejores habilidades para la supervivencia al aire libre. Las jerarquías y las subordinaciones tan presentes en la oficina, aquí desaparecen. Cambia la manera como se comunica el grupo, abriendo nuevos espacios de dialogo, de colaboración y de aprendizaje.

Caminando solo o con su equipo, en medio de la naturaleza, puede ser la fórmula para encontrar la ruta del éxito.