Analistas 11/09/2024

La tecnología atropellando a las normas

Ricardo Salazar
Gerente Los Coches

El Gobierno está presentando al Congreso una nueva reforma tributaria (no la deberíamos llamar “una nueva”, sino “otra más de las que nos tocan” en cada administración), y hablan del incremento del IVA de 5% a 19% para los vehículos híbridos.

Hace algunos años, cuando los vehículos eran solo de combustión, el IVA era igual para todos, 16% en una época, 21% en otra, 19% en otra; por si acaso, uno de los IVA más altos del mundo para vehículos, sin olvidar que, además, pagan impoconsumo.

Con la llegada de la llamada transición energética, el gobierno de su momento y con el ánimo de incentivar las nuevas tecnologías limpias, determinó que para los carros eléctricos e híbridos el IVA pasaba de 19% a 5%; también algunos Gobiernos locales de las principales ciudades del país incluyeron en sus planes de movilidad eximir de la restricción (pico y placa) a este tipo de vehículos.

De esta manera, las ventas de híbridos y eléctricos comenzaron a crecer y las preferencias de los clientes por estas tecnologías continúa aumentando. Siendo los vehículos un producto muy sensible al precio y a la financiación, los de tecnología híbrida tomaron la delantera por tener precios más accesibles.

La tecnología híbrida avanzó y atropelló a las normas que en su momento fueron expedidas y las que pretende decretar el gobierno con esta reforma.

Para ser más claro, en los extremos de la tecnología automotriz, de un lado están los de combustión, del otro extremo los full eléctricos, es decir, que solamente son impulsados por un motor eléctrico (como el carrito eléctrico que tuvimos de niño que traía una pila Varta), y en la mitad los híbridos; sin embargo, los híbridos se dividen en tres tipos del tecnología: los híbridos ligeros (Mhev), los full híbridos (HEV) y los híbridos enchufables (Phev). Los dos últimos (HEV y Phev) son impulsados por un motor eléctrico con una batería que se debe regenerar o cargar, además de un motor de combustión, y el primero (Mhev), impulsado únicamente por un motor de combustión, pero con algunas ayudas que reducen sus emisiones.

Acá es donde el Gobierno debe entender la tecnología, aplicar las normas acordes a la misma y no esperar años a que la tecnología avance y las normas se queden en el tiempo. No debería tampoco un gobierno (los anteriores, el que se va o el que llega) dar cátedra de transición energética, de acabar el petróleo, de energías limpias, y en la otra mano poner más impuestos y encarecer los productos que contribuyen a esta transición; con el incremento del IVA para los full híbridos e híbridos enchufables, van en total contravía de lo que dicen; también las administraciones locales tendrán que revisar sus políticas de restricción de movilidad y a cuáles benefician.

Por último, no se entienden las matemáticas del Estado: si el país necesita más ingresos para su operación y su inversión, lo que hay que hacer es incentivar el volumen, que más personas y empresas puedan adquirir carros para su movilidad ante la evidente escasez de transportes masivos eficientes, y este volumen traerá más ingresos en aranceles e IVA para el Gobierno; pero NO, hay que subir todos los impuestos para vender menos, recaudar menos y que el parque sea cada día más viejo y contamine más.

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