La combinación del impacto del coronavirus que ya se clasificó como una Pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la caída estrepitosa de los precios internacionales del petróleo y su impacto conjunto sobre la economía colombiana es, sin duda, el tópico central de discusión en la semana que termina. Comenzando por el coronavirus, cabe destacar que el número de personas contagiadas a nivel mundial superó ya 120.000 (nueve casos reportados en Colombia) y el de muertes totales 4.300 personas. Esta situación ha llevado a la OMS a urgir a todos los países reforzar las estrategias para contener su expansión y conducido a adoptar medidas tendientes a prohibir aglomeraciones y reuniones colectivas. Ya se ha registrado, como consecuencia, la cancelación de reuniones y foros mundiales, de vuelos aéreos e inclusive la prohibición de adelantar viajes a países y continentes donde la enfermedad ha sido más extendida. En efecto, el presidente Trump anunció que los viajes desde Europa se suspenderán temporalmente como parte de la respuesta del gobierno al coronavirus. Trump también indicó que inyectará US$200.000 millones a la economía. De igual manera, otros países han adoptado medidas presupuestales para fortalecer sus sistemas sanitarios y la propagación del virus.
Si bien es cierto que el surgimiento del coronavirus ya comenzaba a tener un impacto adverso reflejado en la desaceleración de la economía China y, por esa vía, en la demanda global de petróleo, en el curso de la semana surgieron decisiones por parte de los dos principales productores mundiales de petróleo que son Arabia Saudita y Rusia que provocaron una caída de los precios del crudo sin precedentes de niveles cercanos a US$60 el barril a cerca de US$34. Según los analistas internacionales, estos dos países reversaron su estrategia que venían adelantando de recortar su producción de crudo para sostener los precios internacionales. Esta situación ha llevado a pronosticar que los precios del Brent probablemente se mantengan a niveles cercanos a US$30 en los próximos trimestres y del orden de US$45 por barril para 2021.
Esta circunstancia de propagación del coronavirus que conduce a una desaceleración de la economía mundial, sumada a la caída de los precios del petróleo que es nuestro principal producto de exportación, ha llevado naturalmente al análisis de cuál será su impacto conjunto sobre la economía colombiana y a un debate sobre las respuestas de política económica que debe adoptar el país. Entre los analistas que han venido adelantando sus opiniones parece haber cierto consenso en el sentido que muy probablemente la tasa de crecimiento de la economía va a ser inferior a la que se venía pronosticando que era alrededor de 3,4%. Asimismo, que se va a elevar el déficit de la balanza de pagos y a dificultar la situación fiscal. No obstante, no parece haber una visión común si el Banco de la República debe intervenir en el mercado cambiario para reducir la volatidad de la tasa de cambio y rebajar su tasa de interés de intervención para estimular la demanda agregada. La visión más sensata en esta coyuntura de turbulencia es la del Ministro de Hacienda quien argumenta que debemos dejar decantar un poco esta situación mundial antes de tomar medidas que pueden resultar precipitadas.