El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de hacer pública su revisión de las perspectivas económicas para América Latina. Estima que la tasa de crecimiento anual de la región registró un virtual estancamiento en 2019, ya que considera que apenas ascendió 0,1%. No obstante, prevé que se dará una recuperación y que el crecimiento anual del Producto Interno Bruto regional será de 1,6% en 2020 y de 2,3% en 2021, que estará fundamentado en el mayor crecimiento de la economía mundial, en un mejoramiento en los precios de los productos básicos, en una menor incertidumbre sobre los conflictos comerciales internacionales y en estímulos monetarios para acelerar la demanda agregada.
Las proyecciones del FMI para Argentina señalan que su tasa de crecimiento continuará siendo negativa (-1,3%) en 2020. Para el Brasil estima pronostica que la tasa de crecimiento se acelerará en 2020 a 2,2% debido a la mayor confianza en la economía dada la aprobación por parte del Congreso de la reforma pensional, y las menores tasas de interés. Respecto a Chile comenta que sus perspectivas están sujetas a una gran incertidumbre originada en los disturbios sociales. Destaca la brutal desaceleración registrada en 2019 y estima que su tasa de crecimiento en el 2020 será de 1% en el año en curso. Para el Perú calcula que su tasa de crecimiento fue de 2,4% en el 2019 y que esta estuvo afectada adversamente por el comercio mundial y por una baja ejecución de los programas de gasto público. Proyecta una reactivación de la economía a partir del año en curso.
En el caso de Venezuela anota que el país permanece inmerso en una crisis económica y humanitaria de gran magnitud cuando se tiene en cuenta que su Producto Interno Bruto real ha registrado una contracción desde fines de 2013 del orden de 65%. Para el año en curso pronostica que continuará la tendencia de caída de la actividad económica y que será del orden de 10% anual. Sobre México señala que la actividad económica se estancó en 2019, pero que se espera que el crecimiento alcance 1% en 2020 a medida que las condiciones se normalicen particularmente con la ratificación del Tratado de Comercio de los países de Norteamérica. En el caso de Colombia resalta que el auge en la demanda interna desembocó en una aceleración del crecimiento el cual estima alcanzó 3,3% en 2019 y proyecta que se acelere a 3,5% en 2020 respaldada en la política monetaria, la migración venezolana, las remesas del exterior, las obras públicas y por una mayor inversión originada en las modificaciones tributarias.
La revista The Economist, por su parte, también hace un balance de los indicadores mundiales en el 2019. Pronostica que la tasa de crecimiento de Colombia en 2019 alcanzó 3,1%, la cual es la más alta entre los países de América Latina sobre los cuales lleva registros que incluyen también a Argentina, Brasil, Chile, México y Perú. El crecimiento de Colombia también aparece superior al de Estados Unidos, la Unión Europea e inclusive el de algunos de los tigres asiáticos como Hong-Kong, Malasia, Indonesia, Filipinas y Singapur. Tanto el FMI como el Economist coinciden en resaltar que, entre los países mayores de América Latina, Colombia es el que viene registrando las mayores tasas de crecimiento económico.