El Fondo Monetario Internacional acaba de hacer una nueva revisión de las perspectivas económicas mundiales. En esta ocasión, su posición es de moderado optimismo, lo cual contrasta con los grandes temores que se tenían a fines de 2011 sobre las posibilidades de que ocurriera un derrumbe en las economías de Europa, que pudiese originar una nueva crisis económica mundial.
El Informe considera que las perspectivas mundiales comienzan a fortalecerse, aunque los riesgos de una recaída permanecen vigentes.
Entre éstos, los más sobresalientes son una recaída de la economía europea y problemas geopolíticos que puedan desencadenar un aumento en los precios del petróleo.
También hace un especial énfasis en los riesgos que puede plantear para el crecimiento económico un desbordamiento del endeudamiento de los hogares, como el ocurrido con el mercado hipotecario de los Estados Unidos en la segunda mitad de la década anterior.
En su análisis, considera que la recuperación de la actividad económica en los Estados Unidos, junto con la adopción de políticas más adecuadas en la zona euro, son los responsables de este comportamiento.
Entre estas últimas sobresalen los mayores apoyos de refinanciamiento de largo plazo del Banco Central Europeo, y las políticas de ajuste fiscal y reformas estructurales en el mercado laboral, adoptadas en los países con mayores desequilibrios.
En estas circunstancias, y teniendo en cuenta que aún existen problemas fundamentales por resolver, estima que el crecimiento económico mundial será del 3,5% en 2012, lo que representa, con todo, una desaceleración frente al 3,9% registrado el año pasado.
Respecto a los países emergentes, las estimaciones del Fondo Monetario Internacional confirman que éstos continuarán jalonando la economía mundial, aunque su tasa de crecimiento se reducirá ligeramente, al pasar del 6,2% en el 2011 al 5,7% en el 2012.
Considera que esta leve desaceleración está originada no solo como resultado del desaliento de la zona euro, sino también por factores cíclicos internos de algunos países.
Se destaca que América Latina y el Caribe tuvieron un buen comportamiento en el 2011, ya que su tasa de crecimiento económico anual alcanzó el 4.5%. De otro lado, prevé que las condiciones financieras y los precios de productos básicos continúen siendo favorables para la región.
En estas condiciones, para el 2012 y 2013 proyectan tasas de crecimiento anual del Producto Interno Bruto del 3,7 y 4,1%, respectivamente. Estas proyecciones tienen como supuesto fundamental que el impacto de lo sucedido en Europa siga siendo modesto.
Pronostica que la inflación anual se reduzca levemente al 6,4% en el 2012 frente al 6,6% observado en el 2011, y juzga que el principal riesgo de la región es el sobrecalentamiento, lo que exige a las autoridades económicas de la región un manejo cauteloso de la política monetaria.
Para el caso de Colombia, el FMI estima que el crecimiento en el 2011 fue del 5,9% y proyectan 4,7% y 4,4% para el 2012 y 2013. De otro lado, contempla que la inflación se mantendrá bajo control y que el déficit en cuenta corriente se situará en niveles manejables e inferiores al 3% del PIB.
De otro lado, las proyecciones de desempleo para Colombia prevén que la tasa en nuestro país continúe siendo superior al 10% y cercana al 11% y no de un dígito, como lo pronostica el Gobierno. En efecto, para el FMI la tasa de desempleo de Colombia continuará siendo la mayor de América Latina. Este diagnóstico ratifica que la reducción del desempleo continuará siendo el principal reto económico y social de Colombia.