Carta abierta: preguntar sobre los empresarios
El uso del lenguaje tiene gran relevancia en nuestra polarizada sociedad. Nos hemos acostumbramos a vaciar un contenido relativo en conceptos que desde su nacimiento fueron construidos con un fin y con un significado. Y así pasan los días discutiendo sobre las cosas que “nos parecen” usando los términos equivocados.
Esta semana los fundadores de Libertank le enviamos esta carta a una gran empresa y encuestadora Colombiana, proponiéndole respetuosamente un cambio en el lenguaje de una de las preguntas planteadas. Quiero aprovechar esta columna para reflexionar al respecto:
Muy apreciado gerente:
Nos dirigimos a usted desde el centro de pensamiento y acción, Libertank, dedicado a promover la libertad económica para contribuir a que Colombia sea un mejor país. Como parte de este propósito, defendemos el papel esencial que desempeñan las empresas privadas de negocios, de todos los tamaños, para generar empleo, oportunidades y desarrollo en la sociedad.
En ese sentido, con gran interés, le hacemos seguimiento permanente al notable trabajo que su empresa viene realizando, desde hace más de 45 años, sondeando la opinión de los colombianos sobre distintos asuntos de interés general.
Les agradecemos su valiosa labor, la cual, con ánimo constructivo, pensamos que podría mejorar aún más si consideran la posibilidad de cambiar o variar la redacción de una de las preguntas que realizan en su encuesta periódica, específicamente la siguiente: “Tiene usted una opinión favorable o desfavorable de: La Clase Empresarial Colombiana”. Nos permitimos proponer, respetuosamente, que consideren cambiarla por la siguiente: “Tiene usted una opinión favorable o desfavorable de: Los empresarios colombianos”.
Nuestra propuesta se sustenta en las siguientes consideraciones:
1. El término “clase”, que alude a una “clase social”, si bien es bastante utilizado, tiene una gran carga ideológica que no debería estar en una encuesta tan trascendental para nuestro país. Se trata de una idea sistematizada por Karl Marx y sus seguidores, quienes sostienen que la clase proletaria tiene una estructura lógica diferente a la de la clase burguesa. Esto se conoce como teoría del polilogismo, la cual es objeto de grandes disputas y críticas filosóficas y académicas, como por ejemplo las señaladas por Irving Coppi o Ludwing von Mises. Esa visión polilogista de la sociedad, que la divide en términos de género, clase o raza, fue tomada como dogma por ideologías totalitarias como el nacionalsocialismo alemán respecto a la “raza” o el comunismo en relación con la “clase”.
2. Los empresarios no son una “clase” o un “grupo” de la sociedad que tenga una estructura lógica diferente a la del resto de la sociedad, como sostienen los marxistas y los que creen en el dogma del polilogismo. Los empresarios son seres humanos como cualquier otro, lo cual tiende a relativizarse con la expresión “clase empresarial”, que los hace ver como “privilegiados” o “ricos”. Ustedes también son empresarios. Inclusive las diferentes cifras del DANE sobre el desempleo, toman como una persona en condición de ocupación, al empresario informal que tiene una tienda en su barrio o un negocio en cualquier esquina de Colombia.
3. En consecuencia, la expresión “clase empresarial”, genera confusión y división en un país en el que la entelequia de la “lucha de clases” aún es usada para justificar la violencia y el odio entre los colombianos. El uso de palabras inexactas para transmitir conceptos con carga ideológica no es un asunto menor y las encuestas no deberían caer en ese tipo de sesgos que pueden producir distorsiones en las respuestas de los encuestados.
Por estas razones les pedimos, con ánimo constructivo y con mucho respeto y admiración por su valiosa labor, considerar seriamente la posibilidad de cambiar la pregunta que hace referencia a los empresarios.
Agradecemos su atención,