Analistas 21/01/2023

Donde sueños se hacen realidad

Rodolfo Correa
Expresidente Consa

En 1905 Medellín tenía 60.000 habitantes y hoy su población supera las 2.500.000 personas y durante ese crecimiento el modelo de relacionamiento público - privado ha permitido que todo lo que nos imaginamos en Medellín se pueda hacer realidad.

La historia de la ciudad comienza el 2 de noviembre de 1675 cuando al caserío San Lorenzo de Aburrá se le dio el título de Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín. Esa villa registraba como habitantes a 280 familias y 3.000 personas y se transformó en ciudad en 1813.

Durante el inicio de la era republicana los medellinenses se movilizaron por razones religiosas y de defensa de su autonomía, la política no parecería ser un aspecto que atrajera la atención de la población, esta le concernía a un grupo que tenía interés en ocupar cargos públicos. Ellos administraban la ciudad con un sentido práctico, en lo que parecería ser un acuerdo de los partidos hacia un propósito superior: el desarrollo de la región.

Esta apatía hacia la política fue incluso comentada por visitantes extranjeros y nacionales que además cuestionaban la dedicación a los negocios y el comercio pues para el año 1880 ya había en Medellín 22 gremios y 181 talleres artesanales, incluso las calles adyacentes al parque de Berrío eran vías comerciales y en el primer piso de cada casa había un almacén.

Ya en el siglo XX Medellín vio nacer compañías como Coltejer, Imusa, Haceb, Cementos Argos, Pintuco, Sura y periódicos como El Espectador y El Colombiano.

El éxito de la ciudad siempre fue la armoniosa relación entre política y economía, bajo el entendido de que a la gente de allí le preocupaba principalmente la segunda y quienes se dedicaban a la política tenían claro que su principal papel era impulsar la economía como fuente de progreso y jamás convertirse en un obstáculo para quienes quisieran producir, trabajar y prosperar.

Fue así como Medellín aprendió muy bien la frase adjudicada a Walt Disney: “si puedes soñarlo, puedes lograrlo” y poniendo esta capacidad soñadora en marcha logró convertir en realidad su liderazgo en materia industrial, comercial, bancaria, urbanística, de transporte, educativa y fue posible imaginar y construir el primer sistema de transporte en Metro de Colombia, el Metro cable, el Metroplús, museos, bibliotecas, centros de innovación, universidades con prestigio mundial y un sinnúmero de obras que la convirtieron en un referente de liderazgo cívico latinoamericano.

Hoy todo ese acumulado histórico se encuentra conmocionado ante el enfrentamiento que quienes dirigen la política han propuesto a quienes dirigen la economía, olvidando que la clave del éxito como ciudad fue el armonioso modelo de relación entre Universidad - Empresa - Estado y Sociedad Civil.

El gran reto entonces del próximo gobierno de Medellín será recuperar el modelo de éxito para que Medellín nunca deje de ser la ciudad donde los sueños se hacen realidad.

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