Un gremio es una asociación de individuos pertenecientes a un mismo sector de la economía, que se unen para la defensa y gestión de los intereses comunes. Los gremios surgen en la edad media como un mecanismo de cooperación entre productores y artesanos y, a la vez, como un mecanismo institucional para la regulación de precios y actividades sectoriales.
Con la llegada de la democracia y el liberalismo impulsado por las revoluciones burguesas, los gremios comienzan a tener una relevancia superlativa debido a que hacia los siglos XVIII y XIX el Estado se convierte en el supremo director de la economía y a partir de allí, además de emitir normas y políticas, termina interviniendo directamente como realizador de operaciones económicas y como un actor de los procesos productivos.
Ante tales circunstancias, se hacía imperioso contar con una voz única que representara al empresariado ante el Estado y tuviera la capacidad de ejercer presión ante las ramas del poder público, especialmente la legislativa y la ejecutiva, para que sus acciones fueran lo más beneficiosas posible para el sector que representaban y, desde luego, el mecanismo más práctico y expedito existente era el de las agremiaciones, quienes fungirían como voceros, garantes y defensores de los intereses de los agremiados.
Así fue como los gremios llegaron a su máximo esplendor y, ni se ponía, ni se quitaba una coma de las leyes o de las políticas económicas, sin mediar negociación con aquellos, pues eran la única voz autorizada de los sectores de la economía.
No obstante, hacia los años 70 del siglo pasado, surgiría en pleno la sociedad del conocimiento y la información con su respectiva proliferación de medios de comunicación y ese incremento en las transferencias de datos modificó en muchos sentidos la forma en que desarrollaban las actividades en la sociedad moderna.
Va desapareciendo la necesidad de un intermediario en la relación Empresa - Estado y se desplaza el protagonismo de los intermediarios, consolidándose los medios de comunicación como la voz de todos, incluyendo los sectores económicos.
Sumado a lo anterior hacia los años 80 se empieza a consolidar el neoliberalismo económico con lo que se fomenta el aumento y concentración de grandes capitales que promoverán la globalización económica y el consecuente control por parte de estos de la economía mundial, lo que hace que las micro, medianas y pequeñas empresas salgan de la escena de discusión y debate.
De esta manera en los años 90 se da un nuevo escenario de relación Empresa - Estado; aparece la internet que se instala como el eje de las relaciones sociales y productivas y, en la década siguiente, aparecen las redes sociales que horizontalizan la comunicación Sociedad - Empresa - Estado, haciendo que resurja el individualismo que hace creer a los empresarios que ya no necesitan intermediarios en su comunicación y mucho menos una representación sectorial.
Así las cosas, el empresario de hoy sólo se hace una pregunta: ¿por qué me debería agremiar?
En la próxima columna responderemos esa pregunta, porque hoy, a diferencia de lo que aparentan las circunstancias, los gremios son más necesarios que nunca.