Continuarán… La continuidad de la empresa familiar
jueves, 11 de diciembre de 2025
Rodrigo Lozano Vila
Las empresas familiares como se les conoce a aquellas donde la propiedad y/o el control lo detenta un grupo familiar son sin duda un parámetro de referencia y reflexión para el mundo empresarial en general. Sus estructuras simples, jerárquicas y basadas en valores familiares las hacen moverse con agilidad en la toma de decisiones, corrección del rumbo e innovación.
Sagas literarias y series de moda las hacen ver también como sistemas complejos donde las relaciones familiares, los egos, la intriga y la complejidad de sus sistemas de gobierno las llevan al fracaso.
El tránsito generacional, es decir la etapa en que una generación pasa el mando a la siguiente, suele ser igualmente un punto de quiebre donde su fortaleza se pone a prueba y su debilidad las lleva al punto final.
La empresa familiar se ha convertido en la última década en una disciplina autónoma de interés y estudio. No en vano más del 80% de las empresas del mundo pueden ser catalogadas como empresas familiares y llevan consigo el enorme reto de la continuidad, reto que defino como la capacidad de pasar el bastón de mando de una generación a otra en el marco de un proceso de transición generacional ordenado, preservando el legado familiar y empresarial para que continúe en cabeza de las siguientes generaciones.
La continuidad, puede afirmarse, es la piedra angular del desarrollo y evolución de este tipo particular de empresas. La continuidad como el propósito útil de poner al servicio de la familia, de las partes relacionadas y de la comunidad, una unidad empresarial para la generación de riqueza, bienestar y desarrollo a lo largo del tiempo. Empresas movidas por el ánimo de lucro necesariamente, pero con un propósito más allá de mostrar cifras e indicadores, saciar la sed del dividendo o cumplir metas trimestrales para sostener a sus cuadros en las posiciones de dirección y control.
He recibido una amable invitación del Diario La República para compartir notas inspiradoras y de optimismo en la búsqueda continua de elementos de reflexión y herramientas para todas aquellas personas que como yo, vivimos el día a día de las Empresas de Familia, desde sus múltiples ángulos y facetas. A lo largo de entregas periódicas, me propongo desarrollar un modelo de continuidad que he bautizado como CONTINUARÁN … con los tres puntos suspensivos. Un modelo que inicia en el legado como punto de partida de un proceso ordenado de transición bajo reglas de organización y eficiencia que permitan construir acuerdos en el marco de una comunicación eficiente que prevenga el conflicto, facilite la gobernanza en el marco de la ley y el orden, para que al final cuando lleguen la muerte y los impuestos, la Empresa Familiar pueda seguir su ciclo de continuidad.