Conectar a la ruralidad en Colombia, como reto de urgente solución, ha sido tema recurrente para el sector de telecomunicaciones este año. Y no es para menos, se trata de conectar a millones de personas en comunidades y zonas rurales distantes, que han crecido con la migración desde las ciudades capitales e intermedias durante esta pandemia, y que necesitan acceder a servicios de telemedicina, bancarios, de asistencia social y educación.
Es muy importante que los principales jugadores del mercado mantengan sus esfuerzos en permitir al país contar con la mejor infraestructura de conectividad. En este sentido, el crecimiento de nuestra base de suscriptores en este lapso, con una rapidez inusitada, significa que hoy podemos llevar servicio de internet satelital a más de 200.000 personas, 98% de ellas en zonas rurales, casi duplicando el número de puntos de acceso a la red instalados en menos de un año, llegando con atención a 1.069 municipios.
Un crecimiento de tal escala a esa velocidad ha sido posible gracias a la evolución del internet satelital, que viene derribando los mitos de estabilidad y asequibilidad del servicio, teniendo en cuenta el costo de oportunidad y necesidad que representa tanto para hogares como para empresas no tener conectividad, que se impacta positivamente con esta masificación del servicio y el aumento del alcance de la atención personalizada.
Esta masificación y evolución es una buena muestra de lo que puede aportar de inmediato la tecnología satelital a los planes del Gobierno, a través de los proyectos de MinTIC, para llevar conectividad en tiempo récord a cerca de 15.000 puntos a lo largo y ancho del territorio nacional, principalmente a escuelas de zonas apartadas.
De otro lado, el modelo de negocio del internet satelital, en su dinámica comercial, soporta una transformación rápida de la forma en que hoy crece su presencia en clientes domésticos, pero también en el sector Pyme en la ruralidad, a donde otras soluciones de conectividad aún no logran llegar.
Este esfuerzo tiene como complemento a mediano plazo para el país el lanzamiento de un nuevo satélite Hughes, el J3, que si bien busca ampliar nuestra capacidad para toda Latinoamérica en 2022, tiene especial foco sobre Colombia, y asegurará mayor calidad del servicio en todo el territorio y mayor velocidad de la conexión para el usuario final.
Así mismo, hacia 2023, se podrá sentir el impacto en todo el ecosistema local de telecomunicaciones del despliegue de la constelación de satélites LEO, que puede hacer más competitiva la oferta de conectividad satelital para la ruralidad, mejorando la interconexión y última milla con otras tecnologías, posible por la participación de Hughes como socio de OneWeb.
La conectividad para la nación rural es un factor de competitividad y desarrollo determinante para un país con una geografía muy diversa, con un territorio extenso y complejo en su configuración administrativa y de infraestructura, pero con miles de personas talentosas y llenas de sueños en todas partes, y hasta ellas puede llegar el internet por satélite. Está listo ya, cubriendo a Colombia.