Al recorrer el país para conocer el trabajo y las necesidades de los territorios he encontrado una realidad constante: así como encontramos emprendedores digitales listos para cambiar al mundo, vemos también artesanos, campesinos, trabajadores domésticos y muchos microempresarios que aún desarrollan sus actividades como lo hacían hace 10 o 15 años, perdiendo oportunidades por no abrir sus puertas a la tecnología.

El presidente Gustavo Petro nos asignó la tarea de potenciar el desarrollo de hablidades digitales y la motivación para usar las TIC en quienes componen la economía popular, es decir, los colombianos que, siendo en su mayoría trabajadores informales, producen y comercializan bienes o servicios de cuenta propia u organizados en pequeñas comunidades.

Según cifras del Dane, al cierre de 2022, cinco de cada diez personas ocupadas en Colombia eran trabajadores informales. A eso se suman las microempresas, que representan cerca del 95% del tejido empresarial nacional. Todos ellos pueden cambiar sus vidas y las de sus comuniades gracias a las TIC.
Nuestra estrategia Conecta TIC 360 contempla un trabajo articulado entre distintos sectores para lograr la democratización del acceso a las TIC. Los emprendedores digitales hacen parte de esa visión de equipo, y son fundamentales para impulsar la economía popular.

La buena noticia es que ya varios sectores de emprendedores digitales han aceptado nuestra invitación a trabajar por la economía popular. Recientemente me reuní con más de 50 de ellos, provenientes de todo el país, y fue muy grato ver cómo sus apuestas están alineadas con las nuestras: hacer de las TIC un motor de desarrollo económico y social que pueda cambiar la historia de Colombia.

En ese encuentro conocimos casos de éxito asociados, por ejemplo, a prácticas deportivas para sacar a los jóvenes de las calles y la violencia, soluciones de inclusión para personas con discapacidad auditiva y proyectos encaminados a reducir el impacto de las basuras en los ecosistemas, brindar bienestar a adultos mayores o llevar educación a zonas apartadas. Todo con las TIC como protagonista.

También nos reunimos con pequeños empresarios colombianos que han visto en la tecnología un camino para expandir sus negocios más allá de nuestras fronteras, llevando sus productos o servicios al exterior.

¿Cómo no celebrar el poder transformador de las TIC?

Al analizarlo frente a nuestras regiones, vemos que artesanos, campesinos, comerciantes y productores pueden utilizar las plataformas de venta en línea para llegar a un público mayor. Un ejemplo más: peluquerías, barberías y negocios similares tienen a su disposición aplicaciones de reserva en línea y sistemas de pago electrónico que les permitirán aumentar la eficiencia de sus operaciones y brindar mejores experiencias.

Lo mejor es que esta relación puede ser recíproca, pues los emprendedores tendrán más campos para explotar su creatividad, fortaleciéndose como un ecosistema digital en constante adaptación a las necesidades del mercado y del país.

Otra estrategia que diseñamos en MinTIC para apoyarlos a todos es la Agenda Colombia Digital 2022-2026, la hoja de ruta para orientar la transformación digital del país en estos cuatro años. Este documento, abierto a comentarios hasta el 28 de abril, pone el foco de las acciones del Ministerio en las comunidades y los territorios, a través de ejes como la alfabetización y habilidades digitales para la igualdad y la economía digital inclusiva.

El emprendimiento digital tiene el potencial de generar un impacto profundo en la economía popular, lo que nos permitirá mejorar la calidad de vida de los colombianos y consolidar al país como una Potencia Mundial de la Vida. En MinTIC estamos listos para acompañarlos en esta labor.