Tras la publicación de la encuesta de Invamer es claro que la fotografía de hoy habla de tres candidatos que podrían debatirse la primera vuelta.
La izquierda extrema, la derecha extrema y el centro. Sergio Fajardo llega fuerte a cinco meses de las elecciones y la primera vuelta. El exgobernador de Antioquia es el que le compite mejor a Iván Cepeda en segunda vuelta. Aunque en primera vuelta es el tercer candidato, en la segunda Abelardo pierde con una distancia importante frente a Cepeda.
La primera noticia de esa encuesta es que quienes han subestimado al gobierno durante estos tres años se han equivocado. El presidente Petro es sin ninguna duda una figura política de talla y conecta con su electorado, que hoy es más leal a su causa que nunca. El presidente, aún con tergiversaciones y mentiras, ha logrado calar con el discurso de victimización y de supuesta conspiración de los poderes económicos, mediáticos e internacionales contra su mandato.
Su electorado puede seguir siendo un 30% del electorado nacional. Quienes se han dedicado durante tres años a hacer oposición sin más se siguen equivocando. Petro tiene una reforma laboral, una reforma pensional (pese al debate en la Corte), el aumento de salarios a los soldados, las entregas de tierras a campesinos y comunidades, y un discurso de poder frente al sistema de salud en el que culpa con datos acomodados a las EPS. Pero su electorado le cree y le vota. Punto.
En la derecha los debates y las propuestas sectoriales han tenido muy poco tiempo y exposición. Lo que manda la parada en los candidatos es el discurso elevado y vehemente contra el Gobierno. Petro se defiende, gana y convence a su electorado. Sus competidores se dividen entre treinta o más las mismas críticas, los mismos discursos y las mismas frases que ya son lugares comunes sin sabor.
Fajardo ha sido coherente. Decidió no votar en la segunda vuelta de 2022 y el tiempo le dio la razón. Y ha trabajado en conformar equipos de expertos para asesorarse bien en salud, seguridad, economía, y relaciones internacionales. El arte del Gobierno es tener los mejores asesores para tomar las mejores decisiones.
Paradójicamente, la decisión que acaba de tomar el candidato De la Espriella le conviene a Fajardo. Este viernes dijo en La FM que no iría a la consulta de marzo. En la centro derecha Uribe y Gaviria insisten en hablar de una consulta desde Fajardo hasta De La Espriella pero ninguno de los dos va a asistir. El escenario podría hacer que todos los candidatos en ese segmento que creen, como lo dicen las encuestas, que De la Espriella podría hacer ganar más fácilmente a Cepeda se unan con sus bases a Fajardo.
Si pasa Fajardo a la segunda vuelta el electorado de De la Espriella se iría con esa opción. De la Espriella cree que puede ganarle a Cepeda porque puso cinco millones de firmas en la Registraduría. Lo hizo también Vargas LLeras y sacó 1.2 millones de votos siendo Gobierno. Las firmas, todos los sabemos, son infladas. A la final la primera vuelta podría tener ese mismo escenario de la encuesta de Invamer en los tres primeros lugares.
Juan Carlos Pinzón y Vicky Dávila, las otras figuras más grandes en porcentaje en la derecha, están muy distantes del número de De la Espriella. ¿Quién es el candidato ideal para Iván Cepeda, entonces?, ¿uno que realmente unifique a la izquierda y a la centro izquierda en su contra de manera contundente?, ¿o uno que despierte dudas en la centro izquierda crítica de algunas cosas del Gobierno y que esté dispuesta a votarle a otra opción moderada?
A cinco meses, claro está, todo puede pasar.