Increíble. Pero la entidad encargada de reaccionar y coordinar las emergencias y los desastres en Colombia está cooptada por politiqueros.
Esta semana en La FM revelamos tres contratos de amigos y familiares del hijo del presidente, imputado por un hecho grave de corrupción, en la Unidad de Gestión del Riesgo y Desastres.
Desde la llegada de Olmedo López, nombramiento inexplicable del Gobierno Nacional, se sabía que Gestión del Riesgo sería una entidad para ayudar con la burocracia. Olmedo López es economista con experiencia en cargos administrativos, pero jamás en desastres naturales. En cambio sí es cercano al grupo de políticos cuestionados de Antioquia que han apoyado al Gobierno en todos sus frentes. Una experiencia relevante de López fue la de su paso por la secretaría de Gobierno de Itaguí, cuando Carlos Andrés Trujillo era el alcalde. Trujillo es hoy congresista del Partido Conservador, pero parece del Pacto Histórico y ha sido aliado clave del presidente.
Olmedo López también registró experiencia en su hoja de vida en varios cargos en el municipio de La Estrella, donde se fundamenta la organización política del exsenador Julián Bedoya, que perdió la Gobernación de Antioquia, pero sigue moviendo hilos dentro de la bancada liberal.
Con esos amigos políticos en el juego, no era muy difícil saber que Gestión del Riesgo podía ser convertida en un fortín para la burocracia de politiqueros a través de contratos de prestación de servicios. Desde hace varios meses, una fuente que conoce la historia de primera mano le dijo a esta columna que Nicolás Petro tenía cuotas en la Ungrd. Eso quedó plenamente demostrado con los nombres de José Ignacio Llinás Chica, un abogado experto en derecho comercial y de seguros que es el enlace de Gestión del Riesgo para el Fondo del Pacífico y tiene la buena suerte de ser gran amigo de Nicolás. Él, junto a su hermano Eduardo Llinás Chica, hoy nada más y nada menos que el director de la Uiaf, hacen parte del primer círculo de confianza del hijo del presidente en Barranquilla y participaron en la campaña política de la Presidencia. El abogado Llinás se gana más de $19 millones en la Ungrd por un solo contrato; sería bueno saber si tiene otros.
A este le sigue el otro buen amigo de Nicolás, Javier Mauricio Padilla Vergara. De este administrador de empresas con experiencia en empresas como Procaps, también hay varias fotografías abrazado a Nicolás que confirman su amistad. Padilla tiene un contrato etéreo de acompañamiento al fondo de la Ungrd por $144 millones para un año. Se gana $12 millones al mes. Finalmente, la prima de Nicolás, Regina Isabel López Burgos, tiene un contrato similar con el mismo fondo por otros $144 millones para 12 meses. Los contratos de prestación de servicios no exigen horario ni presencialidad. Esos funcionarios no tienen que ir a la oficina todos los días, ni estar disponibles permanentemente. En muchas entidades se entregan a políticos para acaparar poder y recursos públicos.
¿En serio el Gobierno del presidente Gustavo Petro está tranquilo con que Nicolás, que deberá enfrentar un juicio por corrupción, esté poniendo a sus fichas en una entidad determinante para responder a los desastres? Mientras que los bosques del país se queman el hijo del presidente pasa desapercibido en Barranquilla con sus amigos ganando buenos salarios. Nadie sabe cómo paga su casa, sus abogados, sus lujos y de qué vive. Pero de lo que sí no hay ninguna duda, es que en Gestión del Riesgo le va bien a su gente. Lamentable.