Emprendedor, ¿amigo o enemigo?
Les quiero explicar de manera muy sencilla lo que somos los emprendedores. Los emprendedores somos lobos, salimos todos los días a cazar, y lo primero que cazamos es talento, porque el éxito de un gran negocio es su gente. La idea de negocio, para mí, es solamente el 5% del éxito de un proyecto, el otro 95% es el capital humano, sumado al corazón, al esfuerzo y al sacrificio que se le pone al emprendimiento. El emprendedor sacrifica el presente por el futuro.
Por eso yo, a título personal, estoy rodeado de los mejores y pago lo más que puedo para retribuir a mis guerreros de la mejor manera, quienes también son mis socios. Porque de la mano de las más de 800 personas que conforman mi familia corporativa seguimos generando emprendimientos. Ahí está la diferencia.
A eso yo le llamo “intraemprendimiento”, porque mi deseo es que cada colaborador pueda crear su propia empresa. Y que sean negocios tan sostenibles que no solamente produzcan dinero, sino que también valgan dinero. Hay casos exitosos en Colombia de esto que menciono, como el Corral, una compañía que gracias a la estrategia e ingenio de su personal logró ser vendida, destacándose en el mercado de manera exponencial.
Y es que vale la pena recordar que toda gran empresa nace de un emprendimiento, por eso es que el emprendedor nunca deja de soñar y materializa sus sueños a través de la creación de nuevas oportunidades. Siempre hay que tener en cuenta que cuesta lo mismo soñar en grande que soñar pequeño.
Hay algo muy bonito que a mí me motiva, y es servir a los demás, generar segundas oportunidades, porque es que un emprendedor busca siempre ayudar, busca brindar soluciones, los emprendedores somos locos y abrimos los caminos que más tarde los sabios quieren recorrer.
Recordemos también el exitoso caso de Walt Disney, a quien antes de que le aprobaran la primera inversión, más de 300 bancos le dijeron que no. Y si este no es un ejemplo de fuerza, de empuje, de berraquera para nosotros, entonces, ¿qué nos impide ser más valientes y pujantes para alcanzar nuestras metas y, mejor aún, superarlas? Dejemos los estigmas a un lado, esta no es una charla motivacional, es un ejemplo inspiracional, porque hay que creerlo para crearlo.
Un emprendedor, además, siempre busca la libertad, pero la libertad de poder ayudar a otras personas, siendo conscientes de que somos aporte para la sociedad, somos el motor de la economía de nuestros países. Y por eso es que, tanto el sector público como el privado, son nuestros aliados estratégicos permanentes, porque de sus políticas depende en gran medida que sigamos generando empleos y una mayor productividad. Debemos ser fieles al compromiso de proteger el emprendimiento y procurar hacerles el camino más fácil en este arduo trabajo de impulsar nuevos negocios.
¿De qué está hecho un emprendedor? De talante, de ganas, de sed. Hoy quiero decirles a todos esos emprendedores que mueven la economía, que cada esfuerzo sí vale la pena y que en tiempos de crisis también se recogen frutos y sigue la cosecha. Porque los malos tiempos crean gente fuerte y la gente fuerte crea grandes tiempos. Me considero orgullosamente un emprendedor serial. Porque yo no trabajo, juego siempre a ser el #1.