No es secreto que crear empresa en Colombia es casi una carrera de valientes. Este país de luchadores convertidos en emprendedores, guerreros que permanentemente estamos innovando, pagando salarios aunque los costos e impuestos suben, con la capacidad de encontrar soluciones en medio de cualquier problema, desarrollando habilidades para construir un país más eficiente y productivo.

Yo conozco el talante de los emprendedores colombianos. Soy uno; somos personas berracas, incansables, que trabajamos para lograr nuestros sueños. ¿Qué pasaría si el sector público aprovechara todo el conocimiento que tienen los emprendedores probados para hacer de las entidades públicas organismos rentables, eficientes y con una visión sin burocracia?

Es importante buscar mecanismos para generar alianzas desde el sector público que invite a los emprendedores a aportarle a la transformación del país de manera disruptiva y sostenible.

En muchas ocasiones, somos críticos de las decisiones y nos limitamos a verlas desde la barrera, porque es muy difícil que un emprendedor haga parte del sector público, pero debemos encontrar una forma de convivir, participando en grandes espacios para que los gobiernos puedan sacar provecho de ese talento e ingenio que caracteriza a los emprendedores colombianos. Tenemos que trabajar juntos y ver a Colombia como un gran emprendimiento que depende de todos para hacerlo crecer.

Tengo la certeza de que los emprendimientos impulsan la creación de oportunidades que le apuntan al progreso y esto no solo involucra al sector privado, requiere alianzas con lo público. Somos actores claves para que el sistema funcione, pero necesitamos que se creen iniciativas que les permitan a estos emprendedores participar de manera más activa.

Hoy quiero invitar al sector público a que los convenza de que hagan parte, por ejemplo, en las juntas directivas de los entes importantes de producción en la ciudad y a los grandes escenarios de decisión. Su experiencia, estoy seguro, será de valor y aportará múltiples soluciones a situaciones problemáticas cotidianas.

Necesitamos más gente que no se enfrasque en los obstáculos que tiene en el camino, sino que busquen la forma de abrirse paso para seguir adelante. Yo siempre digo que ellos son lobos entrenados para cazar y conseguir su propio alimento: nadie les regala la comida, trabajan para conseguirla. Son líderes, astutos, sagaces, capaces y estas habilidades son indispensables para el crecimiento de cualquier sector. Sería interesante ver como desde el conocimiento del sector privado se ayuda al sector público a, por ejemplo, apalancar un departamento de Emprendimiento de alcaldías locales o buscar mecanismos para que las administraciones inviertan en emprendimientos para aumentar la riqueza de los departamentos e incrementar el desarrollo de las ciudades.

Quiero invitar al Gobierno Nacional a que abra la posibilidad de invertir en sus emprendedores, somos los que movemos el país. Cuando se invierte en un emprendedor que desde cero ha construido un patrimonio, mañana multiplicará esa inversión y ese voto de confianza no solo aumentará el valor de ese emprendimiento, también fomentará la creación de más empleo y la movilización de toda la cadena productiva, logrando gran rentabilidad para las comunidades.

Estoy seguro que todos queremos que Colombia sea ese gran emprendimiento que movilice la riqueza con innovación, eficiencia y rentabilidad. Entonces, ¿cuál será el primer mandatario que se atreverá a invitar a los empresarios a ser parte de las juntas directivas de las entidades nacionales?