La legislación en Colombia, a través de la Ley 99 de 1993, establece que la protección ambiental del país es una tarea conjunta y coordinada entre el Estado, la comunidad, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado. En la búsqueda de soluciones a las problemáticas relacionadas, el Gobierno ha encontrado en el sector empresarial un aliado importante, que viene adquiriendo conciencia acerca de la responsabilidad que le atañe en la protección y conservación del medio ambiente y en la atención de las necesidades sociales de la población, con una notable visión ética que va más allá del simple cumplimiento de la legislación.

Precisamente, entre el sector financiero y el Gobierno existe un acuerdo histórico denominado Protocolo Verde, que tiene como fin avanzar en la conservación del medio ambiente, así como en el desarrollo sostenible. Este acuerdo representa, sin duda, un importante avance del gremio en materia de estrategias y directrices para que las entidades financieras agreguen a su portafolio líneas de crédito y/o inversión que mejoren la calidad de vida de la población y promuevan el uso sostenible de los recursos naturales.

De hecho, a través del Comité de Protocolo Verde de la Asociación Bancaria, se está trabajando en el proyecto “Pilotos de Innovación Financiera”, que tiene como objetivo generar esquemas innovadores que puedan aprovechar oportunidades de negocio e inversión sostenible. Se denominan “pilotos” porque se espera que a partir de estos casos particulares se puedan extraer lecciones y posteriormente establecer modelos que puedan guiar el ejercicio de formulación de política pública, regulación y el diseño de instrumentos, productos y servicios financieros para lograr la sostenibilidad. 

En este proyecto interactúan, de manera conjunta, el Gobierno, el sector financiero y el sector productivo, y a partir de los Planes de Acción Sectorial (PAS) desarrollados dentro del marco de la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (CNAC), se han priorizado 6 sectores económicos claves (industria, vivienda y construcción, agua, energía, transporte y agricultura).

De esta manera, se tiene previsto el desarrollo del proyecto “Pilotos de Innovación Financiera” a través de cinco fases: i) el análisis sectorial, en el cual se describe el contexto general de los 6 sectores priorizados; ii) el desarrollo de un portafolio de mecanismos y priorización para cada uno de los sectores; iii) el diseño de los pilotos de innovación financiera, como un esquema de colaboración público-privado; iv) la implementación de los pilotos escogidos bajos ciertos criterios; y v) la socialización, en la cual se divulgan los resultados y se analiza la implementación de estos pilotos como política pública.

Esperamos que en el marco del proyecto se seleccionen varios pilotos que cumplan con criterios ya definidos en materia de alineación entre la política pública nacional y la del sector financiero, así como requisitos que cumplan criterios técnicos e incorporen la sostenibilidad del mecanismo y tengan cobeneficiarios.  Asimismo, la expectativa es que a partir de estos pilotos se puedan extraer lecciones aprendidas y posteriormente replicar el modelo en los diferentes sectores del país.

Vale la pena recordar la importancia que han tenido las entidades financieras que conforman el Protocolo Verde en el desarrollo de este proyecto, el cual promueve acciones que buscan impactar de manera positiva los diferentes sectores del país y permite la proyección efectiva de la banca. Esperamos que iniciativas como esta sean una guía en la construcción del desarrollo sostenible en nuestro país y, por supuesto, que se constituyan en una demostración más de que el trabajo conjunto entre el sector público y privado no solo trae beneficios en términos de una mejor gestión de la política pública sino que, como en este caso, arroja importantes beneficios ambientales y sociales para todos los colombianos.