¿Quién va a reducir la pobreza?
En época electoral, vemos a los candidatos presidenciales hablando repetidamente de la pobreza como el reto más importante a enfrentar. Y no están equivocados…con un índice que alcanzó a cobijar 42,5% de la población en pico de pandemia en 2020, debería estar a la cabeza de la preocupación de los colombianos. Increíblemente, en la última encuesta de Guarumo, no aparece ni siquiera en los primeros seis lugares entre los temas que deberían ocupar la discusión de las elecciones presidenciales. De primeros está corrupción, empleo, educación, seguridad, salud y paz. No es que no estén relacionados. Lo están…unos más que otros. Pero los aprecio más como instrumentos para lograr bajar la pobreza que sería el fin superior.
Revisemos entonces esas inquietudes y empecemos por la corrupción. En verdad, este fenómeno solo puede ser atacado por quienes tengan la credibilidad de no haber estado vinculados en actos de corrupción. Lo que es un hecho es que la lucha frontal contra la corrupción no debería ser un diferenciador, sino una vara alta que filtre de plano a quienes deben enfrentar los siguientes retos que nos lleven a disminuir la pobreza.
Aquí es donde entra el instrumento fundamental que es el empleo, que se incentiva en función de unas variables como confianza de los mercados, lo que lleva a inversiones, mayor gasto de los hogares, emprendimientos, ventas, etc. Esto sí que genera millones de puestos de trabajo. Confianza que no se genera cuando se clasifican importantes renglones de la economía como actividades improductivas, como el sector financiero o la ganadería. En esta ecuación también intervienen políticas públicas sensatas y proactivas donde el estado puede hacer la diferencia. Un claro y positivo ejemplo de esto son los impresionantes resultados en vivienda. Como bien se dice “tener vivienda no te hace rico, pero no tenerla si te hace pobre”.
Otro instrumento clave que nunca se mide ni capta la atención de la opinión, es la política fiscal, que puede atraer o ahuyentar capitales. Cuando un candidato afirma que va a apoyar el recaudo adicional sobre 4.000 personas, lo que está asegurando es una estampida de empresas y personas hacia otras latitudes. Habría que sumarle también la inversión que dejaría de llegar. Esto sí genera pobreza y desempleo.
El tema de educación es el gran trampolín para saltar la trampa de la pobreza. Pero en Colombia, aunque con algunas fallas en cobertura, el problema real sigue siendo la deficiente calidad de la educación pública, tomada presa por un sindicato politizado que busca orientar todos los recursos hacia sus necesidades en vez del bienestar de los estudiantes. ¿Qué candidatos están alineados con esta visión?
Seguridad es un tema que han politizado de manera injusta y torpe. La inmensa mayoría de países que han dejado atrás la pobreza tiene unos altos índices de seguridad, muchos de ellos gobernados por partidos de centroizquierda. Estamos hablando de un bien común que habilita que todos los demás instrumentos funcionen para salir de la pobreza. ¿De nuevo…que candidatos están identificados con este enfoque? ¿Quiénes han tenido experiencia y resultados exitosos en esta lucha?
Sí…el reto es la pobreza. Pero esta no desaparece ni disminuye con discursos, sino con acciones y con confianza, y con señales claras a los mercados. Y juntando un sinnúmero de instrumentos de políticas públicas coordinadas con el sector privado. Evaluando los avances y fortaleciendo iniciativas que han sido efectivas, y adicionando nuevas y creativas formas de combatirla. No descartando todo lo andado en un borrón y cuenta nueva.