Tecnología al servicio de la movilidad
La globalización, los avances tecnológicos, de las telecomunicaciones, y las nuevas tendencias mundiales ecoamigables han abierto nuevas ventanas de oportunidad para que surjan diversos modelos de negocio, que brindan soluciones en múltiples sectores de la economía. Para el caso del transporte, y especialmente en las macrociudades que no han podido resolver sus problemas de movilidad e implementar sistemas integrados, ya han comenzado a aparecer empresas innovadoras que buscan brindar alternativas a las formas tradicionales de movilizarse; fáciles de usar, eficientes y amigables con el medio ambiente. El resultado: nuevos servicios de micromovilidad, noción muy reciente que se centra en alternativas de transporte pequeñas, eléctricas y destinadas para viajes cortos vinculados a través de plataformas tecnológicas.
Ya sean las bicicletas o las patinetas eléctricas, estos servicios de movilidad que hemos comenzado a ver desde hace unos meses en Bogotá gracias a emprendimientos como Grin, han impactado positiva y significativamente la productividad de las personas (y así mismo de las empresas) que dejan de pasar horas muertas en el tráfico para desplazarse rápidos y seguros a costos convenientes, todos con un punto en común: su relación transporte - tecnología - eficiencia. De acuerdo con varios estudios a nivel mundial, la mayor parte de los desplazamientos en las ciudades son de menos de 5 kilómetros, cifra que nos lleva aún más a replantearnos la necesidad de tener alternativas a los grandes vehículos transitando por las calles de nuestras ciudades para este tipo de desplazamientos. Vehículos que además son contaminantes y poco eficientes en costos y tiempo.
Replantear esta realidad cobra más relevancia, pues la tecnología asociada a estas nuevas alternativas de movilidad permite, previa y posteriormente a los usuarios, la posibilidad de acceder a la información del servicio en tiempo real.
Las nuevas aplicaciones especializadas y el creciente interés por estos métodos alternativos de movilidad, tanto desde la oferta como desde la demanda, demuestran que es el momento para que este tipo de opciones se conviertan en un complemento eficiente y limpio a los esquemas tradicionales de la movilidad en las ciudades. La tecnología aplicada, tanto en los dispositivos móviles como en los vehículos, ya hacen parte de las grandes ciudades y las demás ciudades del país, no pueden ser ajenas a esta tendencia mundial.
El modelo de negocio del transporte urbano en nuestras ciudades debe evolucionar, tecnificarse y hacerse más eficiente bajo el concepto de movilidad como servicio, que está basado, fundamentalmente, en las aplicaciones que sirven como una herramienta de inteligencia artificial que ayudan a planear de manera eficiente los viajes de los usuarios, reduciendo costos e impactos al medio ambiente.
Los gobiernos deben ir a la vanguardia y aproximarse a este tipo de servicios, que, por medio de la tecnología, plantean mejoras tangibles para la movilidad de los ciudadanos. Los entes reguladores deben hacerse parte de la implementación de estas soluciones de movilidad.