Consideraciones en relevo en la Gerencia de la Fedecafe
Los ternados para asumir la Gerencia de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (FNC) concluimos el pasado viernes la gira de reuniones con los 15 Comités Departamentales, con posterioridad a haber sido seleccionados luego de intensas discusiones y debates por el Comité Nacional de Cafeteros. Vale la pena recordar que el Comité Nacional lo componen los 15 representantes gremiales, y los cuatros ministros que representan al Gobierno Nacional encabezados por el de Hacienda, José Antonio Ocampo.
La responsabilidad de seleccionar al nuevo Gerente recae el próximo 27 de abril en la máxima instancia de decisión de la FNC, el Congreso Nacional de Cafeteros, compuesto por los mismos caficultores colombianos, representados en los 90 delegados de los 15 Comités Departamentales, quienes tuvieron la oportunidad de escuchar nuestras propuestas y presentar sus inquietudes prácticamente en todos los temas que afectan a las familias cafeteras en las diferentes regiones productoras. Los comités departamentales en estos días están trasmitiendo y analizado nuestras propuestas con las bases cafeteras en sus departamentos para definir a cuál candidato apoyarán.
Los ternados somos profesionales que cumplimos cabalmente con el perfil que definió previamente el Comité Nacional de Cafeteros para liderar el gremio agrícola más importante del país que congrega a 540.000 familias cafeteras en 603 municipios en 23 departamentos del país.
Los tres candidatos presentamos a los comités departamentales y públicamente nuestras propuestas, con diferentes énfasis y visiones, pero todas sin duda con el ánimo de construir sobre los aciertos que dejan quienes que ocuparon en el pasado el cargo, y de cambiar lo necesario en un contexto nacional e internacional cada vez más complejo y con creciente incertidumbre en cuanto a las variables que afectan al sector.
Desde el inicio de nuestra correría por Colombia se evidenció un intento deliberado de algunos sectores de desconocer la legitimidad del proceso que resultó en la terna que recorrió recientemente el país cafetero. Se anunciaron por redes sociales manifestaciones para rechazar la terna que, al menos por lo que pude directamente evidenciar, se trataron de reuniones de unas pocas personas en la entrada de los comités en tres departamentos. Estas personas que manifestaron su descontento, tanto caficultores como ajenos al sector, están en todo su derecho de expresar sus opiniones en una democracia como la colombiana. Como también están en su derecho los muchos caficultores y sus representantes elegidos democráticamente en toda Colombia de apoyar libremente y a conciencia las decisiones de los órganos que están definidos desde hace décadas para establecer el nuevo liderazgo del gremio.
En cada una de las 15 reuniones con los comités departamentales de cafeteros, inicié el diálogo presentando lo que a mi juicio debe ser la prioridad para lograr el beneficio de las familias caficultoras, como lo es consolidar la unidad del gremio. Una unidad que supere de manera definitiva las tensiones que vienen desde hace años y que resurgieron más abiertamente desde que se anunció la renuncia del anterior Gerente.
Me llenó de satisfacción el evidenciar que todos los comités compartían mi apreciación que un gremio desunido iría en detrimento directo de las familias caficultoras, pues no resguardaría adecuadamente la legitimidad de la institucionalidad cafetera cercana a cumplir su primer centenario. Un gremio dividido y comprometido en su legitimidad no sería un interlocutor efectivo con el Gobierno Nacional, ni con las administraciones regionales y locales, ni con los con los clientes del Café de Colombia, ni con los organismos internacionales, por nombrar solo algunos de los muchos actores con los que la FNC debe mantener una relación respetuosa y constructiva.
Las acciones e iniciativas en materia de aumento en la productividad, renovación de cafetales, crédito subsidiado o mejoramiento de la vivienda rural, entre otros temas que se discutieron con los comités, no lograrán los alcances o impactos deseados si no los lidera una Federación unida bajo el propósito central de mejorar el bienestar de todas las familias caficultoras.
En todos los comités resalté cómo un caficultor de un municipio ubicado en el departamento con la menor producción, tiene los mismos derechos y espera la misma respuesta efectiva del gremio a sus necesidades, que un caficultor que se encuentre en el departamento con la mayor producción, como lo es actualmente el Huila. La unidad del gremio, destaqué, se logrará consolidar mediante una respuesta cada vez más efectiva de la Federación a las necesidades de las diferentes regiones con un accionar de todas las empresas e instituciones del gremio bajo las premisas de eficiencia, equidad y austeridad, teniendo como objetivo central, valga reiterar, el bienestar todas las familias caficultoras.
Para mí es un gran honor aspirar al cargo de Gerente de la FNC, donde he llegado sin ningún tipo de ataduras, o compromisos de cualquier tipo y haber podido presentar públicamente como mi trascender profesional en los ámbitos público y privado - que ha gravitado en torno al comercio internacional y al sector cafetero desde varias perspectivas -, me ha dado la experiencia, los conocimientos y las habilidades para liderar y trasformar la Federación consolidando su unidad.
De igual manera, como los representantes gremiales de los municipios y departamentos una vez elegidos democráticamente sirven a todos los caficultores en sus regiones, y no solo a los quienes votaron por ellos en las elecciones cafeteras, quien resulte elegido por mayoría como Gerente deberá servir a todas las familias caficultoras de Colombia por igual. Como lo dijo el Santo Padre en su momento, la Unidad no es Unanimidad sino el respecto por el otro.
Sea cual sea la decisión democrática que tome el Congreso Nacional de Cafeteros, siempre tendrán las familias caficultoras de Colombia en mí un servidor listo a trabajar por ellas desde donde me encuentre.