Votar no es suficiente
sábado, 18 de octubre de 2025
Sara Isabella Lancheros Sánchez
Un país donde se habla de democracia y no se sabe cómo funciona el Estado, es como participar en un torneo de fútbol sin saber las reglas del juego.
¿Podemos, como colombianos, exigir derechos y hacer reclamos cuando hablamos desde la ignorancia y la desinformación política del Estado? Este país tiene un vacío de conocimiento muy grande, el cual, lo hace vulnerable a la manipulación de quién ostente el poder. Esto da paso a que los políticos de turno abran un terreno de corrupción y violación de los derechos de la ciudadanía, provocando así una aceptación y una resignación por parte de cada individuo.
Este país está dividido gracias a esa “pasividad” del colectivo, por aceptar sin cuestionar ni criticar los discursos políticos de cada partido. Sin conocer la historia del país, el contexto en el que se vive actualmente en Colombia y aún más importante y preocupante, los derechos que debería garantizar el Estado.
Ahora bien, ¿por qué es importante comprender la estructura política del Estado y el modelo del Estado Social de Derecho? Simple, para que no nos metan los dedos en la boca, para poder reclamar y acceder a los derechos sociales y políticos, tales como la vida, honra, los bienes, las creencias, y demás derechos y libertades.
La democracia no se limita únicamente al gobierno ni a los políticos, está en los mecanismos de participación, en cada acción de tutela, en el cabildo abierto, en los referendos y en las veedurías ciudadanas. Como se plasma en el artículo 3° de la Constitución del 91: La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público.
Tenemos todas las posibilidades y capacidades para un pensamiento crítico, que nos haga tener conciencia de lo que hacemos, a lo que nos enfrentamos y a quiénes escogemos para nuestra gobernanza; pero de nada sirve si no se usa.
El pasado 2 de septiembre se realizó un ejercicio de vox populi en el cual se hicieron preguntas a jóvenes universitarios que pedían una respuesta desde el conocimiento que se tiene del Estado, y las respuestas no fueron muy favorables: 2 de cada 10 estudiantes sabían qué era el Estado Social de Derecho. Asimismo, la mitad de las personas encuestadas no sabían cuáles son los derechos constitucionales, los mecanismos de participación ni las tres ramas o funciones del poder público.
En conclusión, conocer la estructura política del Estado y el modelo del Estado Social de Derecho no es un lujo intelectual ni mucho menos la vanidad de saber más que los demás. Es una necesidad básica para no ejercer la ciudadanía desde la superficie, sino desde la realidad. En un país donde los vacíos legales son ignorados y la corrupción y manipulación de las élites son aceptadas, conocer cómo funciona el Estado colombiano no solo es necesario, es obligatorio.