Analistas 07/07/2015

Desaceleración económica de EE.UU.

Sergio Clavijo
Prof. de la Universidad de los Andes

Adicionalmente, el mercado financiero ha tomado con mucha cautela el anuncio reciente de la Fed sobre el alza inminente de su tasa repo-central antes de finalizar 2015, así ello implique que irían más lento en dichas alzas durante 2016 por cuenta de las debilidades económicas arriba señaladas.

Todo lo anterior ha revivido la discusión sobre la hipótesis del llamado “Estancamiento Secular” (ES) de la economía de los Estados Unidos. La hipótesis del ES implica debilidades persistentes de la demanda agregada, conllevando menores tasas de interés hacia el largo plazo.  Por contraste, muchos argumentan que, en realidad, se trata de una desaceleración temporal y que pronto veremos rebotes del crecimiento hacia el 2,5%-3% de 2016 en adelante. Analicemos esto con mayor detalle.

En el frente de consumo de los hogares, es verdad que estos han tardado en reaccionar a los menores precios del petróleo. En efecto, su gasto tan solo se expandió a tasas anualizadas de 0,2% durante agosto de 2014-marzo de 2015, lo cual es consistente con incrementos en su tasa de ahorro de 4,5% al 5,7% durante el mismo período.  Sin embargo, ello ha tendido a reversarse en los 3 últimos meses, presentando los hogares expansiones de 0,6% en su gasto, consistente con descensos en su tasa de ahorro hacia el 5,1% (aclarando que, en tasas anuales, el consumo siempre ha bordeado expansiones cercanas al 3%). Lo anterior, junto con los buenos datos de confianza del consumidor, da algo de validez a los pronósticos de 2,5%-3% que maneja el mercado para dicho consumo-privado durante lo que resta de 2015 y 2016.

En el frente de inversión empresarial, la inversión (no residencial) se ha venido expandiendo a ritmos anuales promedio de 5% durante 2010-2015, contrarrestando los descensos de -3,5% en la inversión pública. Si bien es verdad que dicha inversión privada se contrajo a tasas anualizadas de -2% durante el primer trimestre de 2015, ello puede atribuirse a la contracción en el sector petrolero, pues la inversión empresarial no-petrolera se incrementó a tasas anualizadas de +1% durante el primer trimestre.

Finalmente, en el frente externo-empresarial la balanza comercial ha mostrado deterioros hacia -3,5% del PIB en marzo de 2015 (vs. el -2,8% del PIB en septiembre de 2014).  Allí han confluido: i) fortalecimientos del 10% real del dólar frente a las monedas duras durante dicho período; y ii) factores transitorios ligados a problemas laborales-operativos en algunos puertos de la costa este.

En síntesis, si bien es cierto que la economía americana se desaceleraría hacia crecimientos de 2% en 2015 (vs. el 2,4% de 2014), ello provendría (en gran parte) de las debilidades transitorias del primer trimestre. Así, su PIB real debería promediar crecimientos de 2,5% durante lo que queda de 2015 y 2016, lo cual unido a las mejoras en los mercados laborales da alguna tranquilidad en cuanto a la menor aplicabilidad del ES en Estados Unidos (vs. lo que ocurre en Japón y la Zona Euro, por ejemplo). Dicho lo anterior, la Fed deberá actuar con suma cautela a la hora de iniciar sus alzas en las tasas de interés, a riesgo de abortar esta frágil recuperación del período 2014-2016.